- En el mes de noviembre, el Papa dedica su intención de oración a las “personas que luchan con pensamientos suicidas”, para que “encuentren apoyo” en su comunidad y “se abran a la belleza de la vida”.
- León XIV recuerda que también los creyentes pueden ser “vulnerables” y pide a las parroquias y diócesis que escuchen y acompañen con “un corazón abierto y compasivo” a quienes están en dificultad.
- Cada día, en el mundo, casi 2.000 personas se quitan la vida. El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes y los adultos jóvenes.
En el video con la intención de oración para el mes de noviembre, León XIV invita a rezar para que aquellos “que viven en la oscuridad y la desesperanza” encuentren siempre el apoyo de una comunidad que los ayude a “sanar heridas” y “abrir horizontes”. Para redescubrir juntos “que la vida es un don, que sigue habiendo belleza y sentido, aún en medio del dolor y sufrimiento”.
Oremos para que las personas que están combatiendo con pensamientos suicidas encuentren en su comunidad el apoyo, el cuidado y el amor que necesitan y se abran a la belleza de la vida”
Con estas palabras, hablando en inglés, el Papa León XIV introduce el Video del Papa con su intención de oración para el mes de noviembre, producido y difundido por la Red Mundial de Oración del Papa, con el apoyo de la diócesis estadounidense de Phoenix (Arizona).
A la Iglesia –diócesis, parroquias, congregaciones religiosas, asociaciones de fieles– el Pontífice pide que impida que el sufrimiento de las personas desesperadas, que experimentan la tentación de quitarse la vida, se vuelva aún más intolerable por la soledad. Todos, también los creyentes, “pueden ser vulnerables a la tristeza sin esperanza”: que el Señor nos enseñe, pues, a “estar cerca con respeto y ternura”, con “un corazón atento y compasivo”, a “ofrecer consuelo y apoyo”, a animar a buscar “la necesaria ayuda profesional”.
Un problema global
El suicidio es un tema relevante en la sociedad contemporánea: según la Organización Mundial de la Salud, de hecho, cada año en el mundo se quitan la vida unas 720.000 personas, es decir, poco menos de 2.000 al día. Más de la mitad de los suicidios globales (56%) ocurren antes de los 50 años, y la franja de edad de 15 a 29 años se ve particularmente afectada: para este grupo de edad, el suicidio es la tercera causa de muerte, y entre las chicas y las jóvenes adultas es incluso la segunda. El 73% de las personas que se quitan la vida viven en países de ingresos bajos y medios, pero las naciones más ricas no están exentas del riesgo: en Estados Unidos, por ejemplo, la tasa de suicidio actual es un tercio mayor que la del año 2000.

Iglesia, suicidio y salud mental
El Catecismo de la Iglesia Católica (nn. 2280-2283) recuerda que el suicidio contradice el amor a sí mismo, a los demás y a Dios; sin embargo, los trastornos psíquicos graves, la angustia o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura pueden atenuar la responsabilidad personal. Al mismo tiempo, invita a no desesperar de la salvación eterna de quienes se han quitado la vida, confiándolos a la misericordia de Dios y a la oración de la comunidad.
La práctica eclesial de hoy es generalmente muy respetuosa con las personas que han muerto por suicidio, también porque en los últimos años la Iglesia ha aumentado progresivamente la atención a la salud mental, en la oración y en la pastoral. Lo confirma el congreso internacional que se inaugurará mañana en Roma, organizado por la asociación de Ministros Católicos para la Salud Mental (CMHM) con el patrocinio de la Pontificia Academia para la Vida. Precisamente con motivo de esta intención de oración de León XIV, se reunirán durante tres días (5, 6 y 7 de noviembre) en la Sala Pío X (via dell’Ospedale, 1) personas de todo el mundo, comprometidas en la pastoral de la salud mental, para debatir sobre cómo la comunidad cristiana puede acompañar a las personas que se enfrentan a problemas de salud mental, depresión, dolor profundo, y prevenir mediante la escucha y la cercanía el riesgo de suicidio. La Red Mundial de Oración del Papa organizará los momentos de oración común y también se proyectará El Video del Papa de noviembre, que acompaña la oración leída por León XIV.
Escucha y oración
“El tema de la prevención del suicidio –declara el P. Cristóbal Fones, director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa– interpela profundamente a la Iglesia. No es la primera vez que una intención de oración pone de relieve la fragilidad de la salud mental: en noviembre de 2021, el Papa Francisco nos pidió que rezáramos por las personas que sufren de depresión, y en abril de 2020 por quienes son esclavos de las adicciones, recordándonos que la comunidad cristiana está llamada a cuidar también de las heridas interiores. El Papa León XIV confirma y relanza este camino: ya ha indicado para octubre de 2026 una intención específica sobre la pastoral de la salud mental, signo de su atención a un tema crucial para la sociedad actual.
En la oración de noviembre, el Papa subraya que todos somos ‘vulnerables’: esto nos concierne a todos, también a los religiosos y consagrados. Nuestro corazón humano, al igual que el Corazón de Jesús, no está exento de heridas y sufrimientos. Nadie es inmune a la oscuridad de la desesperación; por eso, las comunidades cristianas deben convertirse en lugares de acogida y de cuidado, donde quien sufre se sienta en casa.
El Video del Papa en el Año Santo
Cabe recordar, por último, que en el contexto del Año Santo 2025, El Video del Papa adquiere una relevancia especial, porque nos da a conocer las intenciones de oración que el Santo Padre lleva en su corazón. Para obtener la gracia de la indulgencia jubilar, es necesario rezar por estas intenciones.
Oremos para que las personas que están combatiendo con pensamientos suicidas encuentren en su comunidad el apoyo, el cuidado y el amor que necesitan y se abran a la belleza de la vida.
León XIV
Señor Jesús,
Tú que invitas a los cansados y agobiados
a acercarse a Ti y descansar en Tu Corazón,
te pedimos este mes por todas las personas
que viven en la oscuridad y la desesperanza,
especialmente por quienes están combatiendo
con pensamientos suicidas.
Haz que encuentren siempre una comunidad
que los acoja, los escuche y acompañe.
Danos a todos un corazón atento y compasivo,
capaz de ofrecer consuelo y apoyo,
también con la ayuda profesional necesaria.
Que sepamos estar cerca con respeto y ternura,
ayudando a sanar heridas, crear lazos y abrir horizontes.
Que juntos podamos redescubrir que la vida es un don,
que sigue habiendo belleza y sentido,
aún en medio del dolor y sufrimiento.
Sabemos bien que quienes te seguimos
también somos vulnerables a la tristeza sin esperanza.
Te pedimos que nos hagas siempre sentir Tu amor
para que, a través de Tu cercanía hacia nosotros,
podamos reconocer y anunciar a todos el amor infinito del Padre
que nos lleva de la mano a renovar la confianza en la vida que nos das.
Amén.