La presencia de la Iglesia en los hospitales no solo se ha manifestado a través de las visitas de Monseñor Guillermo Elías, Obispo Auxiliar de Lima, sino también mediante el servicio de voluntariado de salud conformado por laicos y enfermeros que acompañan a los pacientes con COVID-19 para asistirlos y alentarlos con la oración.
PUEDES LEER: Santuarios de todo el mundo rezarán el Rosario junto al Papa Francisco por víctimas del COVID-19
El Arzobispado de Lima compartió los testimonios de tres voluntarios que se encuentran en la primera línea de acción contra la pandemia.
Asistir a los más vulnerables
La preocupación de la Iglesia de Lima por seguir acompañando a quienes necesitan del consuelo de la Palabra y la fortaleza de la oración ha suscitado nuevas formas de seguir evangelizando a través del servicio de los laicos, quienes se organizan en sus comunidades para compartir ayuda humanitaria con las familias más pobres, y ahora, acuden a los hospitales para orar junto a los pacientes internados.
Este es el caso de la Dra. Martha Mogrovejo, quien respondió a la convocatoria del Arzobispado de Lima y se unió al grupo de servidores que asisten a los pacientes con COVID-19 gracias a la ayuda de un ‘kit espiritual’ (tablets, agua bendita, rosario, vademécum virtual y oraciones para casos especiales).
Fe y esperanza en tiempos de pandemia
Por otro lado está Patricia Cossío, una enfermera licenciada del Hospital Alberto Sabogal Sologuren que trabaja como especialista en centro quirúrgico. A pesar del arduo trabajo que realiza a diario, siempre tiene un momento para compartir la Palabra: “los ayudamos a afrontar eta terrible enfermedad compartiendo la fe y nuestra esperanza en la oración. He servido como instrumento del Señor para alcanzar las oraciones que nos entregó el Arzobispado a los diferentes servicios de UCI de mi hospital” – indicó.
“Mis compañeras y yo estamos acompañando con la oración a nuestros pacientes para que esta enfermedad sea más llevadera. También estamos rezando el Rosario por aquellos pacientes que fallecen, una experiencia realmente dolorosa que deja a nuestro personal abatido”, detalló Cossío.
Evangelizar a través del servicio
Por último, está el testimonio de Yesenia, una enfermera del Hospital Alberto Leonardo Barton Thompson, quien viene atendiendo “con mucha valentía y con mucho amor a los pacientes de Covid-19, y al mismo tiempo, evangelizar a ellos y a sus compañeros de trabajo”.
“He podido comprobar que el Señor puede consolar a los que sufren solitariamente en el hospital a través de una sonrisa o un mensaje de aliento, orando o aferrándose al rosario”, cuenta la enfermera.