El sábado 29 de abril, el Arzobispo Metropolitano del Cusco, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, celebró con una Santa Misa la 60º Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, desde la Basílica Catedral del Cusco. Esta ceremonia estuvo concelebrada por Mons. Lizardo Estrada Herrera, OSA, Obispo Auxiliar del Cusco.
- La Amazonía en el corazón del Papa: 12 hitos de su pontificado
- Cáritas Lima brinda ayuda solidaria a damnificados por el incendio en Cangallo
- Conferencias Episcopales de la Región Bolivariana realizan peregrinación jubilar al Santuario de Santa Rosa de Lima y de Señor de los Milagros
“Si logramos abrir bien nuestros ojos, podemos contemplar las maravillas de la vocación como un misterio y una gracia del pueblo de Dios; y es que Dios siempre está enriqueciendo su Iglesia y a su pueblo con estos dones y carismas”, exhortó en su homilía, Mons. Urrutia.

También añadió a su reflexión: “Todos necesitamos tomar conciencia de nuestra responsabilidad en la oración por las vocaciones, por eso delante de Cristo presente en la Santísima Eucaristía pongamos la velita encendida a los pies del Señor y que esa velita no se apague. La encendemos hoy, pero que quede encendida todos los días personal y comunitariamente, pongamos nuestras intenciones para que contagiemos este anhelo y deseo para que la Iglesia sea orante”.
Del mismo modo, el Arzobispo del Cusco invitó a toda la población a vivir este llamado vocacional que es la primera parte de nuestra contemplación donde Dios nos llama permanentemente y su pueblo es el terreno propicio para el crecimiento de las vocaciones.