El domingo 10 de enero por la mañana en la Basílica Catedral, la Arquidiócesis del Cusco hizo apertura del “Año Misionero de la Iniciación a la Vida Cristiana”, con una Santa Misa de Acción de Gracias presidida por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, la misma que contó con la participación de los catequistas y diferentes agentes pastorales encargados de la Iniciación a la Vida Cristiana (IVC) de esta jurisdicción.
En su homilía, Mons. Richard Daniel manifestó que entramos en un año decisivo, pues de este año depende conseguir los frutos del ideal de Iglesia propuesto en el Plan Pastoral Arquidiocesano 2018-2022. “Todos queremos una Iglesia de comunión abierta y acogedora a todas las vocaciones, carismas y ministerios; una iglesia de comunión para niños, jóvenes y adultos; una iglesia formadora y servidora siempre atenta al pueblo”.
Además, considerando que este año 2021 ha sido declarado por el Santo Padre Francisco como el año de San José por los 150 años de la proclamación como Patrono Universal de la Iglesia, el Arzobispo del Cusco declaró a San José como Patrono de la Iniciación Cristiana de la Arquidiócesis del Cusco, ya que este Santo nos recuerda la responsabilidad que tenemos por formar y educar a los fieles como él lo hizo con el niño Jesús, etapa tras etapa, para que sea capaz de asumir su misión. «La labor de San José es la labor de todo cristiano comprometido con la catequesis, gran necesidad para los tiempos de hoy», así lo expresó ante la sagrada imagen del Patriarca San José de la Parroquia Virgen Reina de Belén, que fue trasladada de manera extraordinaria a la Basílica Catedral para estar presente en esta celebración.
Asimismo, indicó que durante el año 2021 tendremos más espacios de capacitación y orientación, invitando a todo el pueblo fiel del Cusco a asumir este nuevo rostro de una iglesia que enseñe, oriente y acompañe vivamente la experiencia del encuentro con Cristo que propone la Iniciación a la Vida Cristiana.