Pese al Estado de Emergencia a consecuencia de la pandemia del COVID-19, la Diaconía para la Justicia y la Paz del Arzobispado de Piura y la Pastoral Carcelaria Arquidiocesana continúan con su intensa labor de ayudar a los internados del “Centro Penitenciario de Mujeres” de Sullana, “Centro Penitenciario de Varones – Ex Río Seco” y “Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación Almirante Miguel Grau” de Piura.
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En lo que va del año, se han entregado más de tres toneladas de víveres y alimentos de primera necesidad, cerca de un millar de kits conteniendo útiles de aseo personal (jabón de tocador, pasta dental, cepillo, papel higiénico, desodorante, champú, detergente y jabón para lavar ropa), así como ropa y calzado, además balones de oxígeno, botellas de lejía y frascos de alcohol en gel, entre otros objetos para prevenir el contagio.
La semana pasada, el Ing. Otón García Jave, Secretario Ejecutivo de la Diaconía para la Justicia y la Paz del Arzobispado de Piura, entregó una importante donación al Director del “Centro Penitenciario de Varones – Ex Río Seco”, Genaro Escamilo Gómez, gracias al apoyo de los miembros de la Corte Superior de Justicia de Piura y otros donantes. La donación consistió principalmente de cajas de mascarillas faciales KN-95, glucómetros, lancetas y tiras reactivas para el adecuado control de los internos diabéticos.
También se repartió pantoscopios para el examen de ojos, oídos, nariz y laringe, así como instrumental quirúrgico para mejorar la implementación del Tópico del Penal. De igual modo, distribuyeron una laptop para el uso del Centro de Convivencia Carcelaria, bolsas de detergente para la limpieza y desinfección de las áreas comunes y rollos de malla metálica galvanizada que serán utilizados en las mini granjas de cuyes. Esto último es un proyecto de crianza de animales que promueve la Diaconía, como parte del proceso de reinserción social de los internos.
El Arzobispado de Piura hizo un llamado para seguir apoyando el penal de varones, construido para albergar inicialmente a 1,000 internos, pero que hoy tiene cerca de 4,000 personas, y el penal de mujeres, construido para albergar inicialmente a 60 internas y hoy tiene una población penitenciaria de más de 150 mujeres.