Cada 2 de febrero, se conmemora la fiesta de la Purificación de nuestra Madre, la Santísima Virgen María. Con este motivo, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, celebró en el atrio del Templo de Saylla la Santa Misa de Fiesta en honor a la Virgen Purificada de ese distrito.
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En su homilía, Mons. Richard Daniel mencionó que la Pandemia no ha sido motivo para dejar de lado nuestra fe: “Nuestra fe debe de estar despierta, debe de estar llena de fortaleza y de ánimo porque, el Señor no nos abandona ni nos deja de lado, al contrario camina con nosotros, hoy tenemos que renovar nuestra fe y decirle: Señor aquí estamos tus hijos, quizás mucho nos han dejado por esta pandemia, quizás muchos se han visto afectados, pero aquí estamos Señor mientras tengamos vida y salud, tenemos que seguir adelante con tu ayuda”.
Asimismo pidió a nuestra Madre Purificada: “Madre Mía no nos abandones ruega por nosotros, ayúdanos y sobre todo protégenos en estos momentos difíciles que vivimos”; estoy muy seguro que el amor de María nunca nos va a faltar, porque Ella es la primera mujer fiel y servidora de Dios, dijo.
Para finalizar exhortó a la feligresía a llevar la fiesta de la Virgen Purificada en completo cumplimiento de las medidas de bioseguridad emanadas por el estado para evitar la propagación del COVID-19.