El último fin de semana, Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, administró el sacramento de la confirmación a los jóvenes de las parroquias Nuestra Señora de los Dolores de Cusco, San Bartolomé de Cachimayo y Nuestra Señora de Gracia de Cusco.
Mons. Alarcón manifestó a los jóvenes que recibieron el sacramento que la eucaristía es el recordatorio constante de la presencia de Jesús en este mundo, ya que nos da su cuerpo convertido en pan, pues “aquellos que serán confirmados se comprometen a llevar una vida eucarística”. Al mismo tiempo, comentó que Jesús resucitó un domingo por eso se le conoce como día del Señor, por esto los confirmados se comprometen a compartir el regalo que Cristo ha dejado en la Iglesia, la Santa Eucaristía y a recibir siempre la comunión para fortalecer sus vidas cristianas.
Estas confirmaciones se realizaron en el contexto del Pentecostés e incluso el mismo día. El Arzobispo del Cusco recordó a los jóvenes que Jesús cumplió su promesa de enviar al Espíritu Santo sobre sus Apóstoles para convertirlos en testigos a través de sus dones: «sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios; de igual forma quienes reciben el sacramento de la confirmación reciben también estos dones para hacerlos testigos de vida cristiana».
Afirmó que los dones son como semillas sembradas en el corazón de los jóvenes que darán fruto de su vida cristiana, juvenil, alegre y entusiasta. El testimonio que todo cristiano debe dar no solo es en palabras sino también en acciones y en una forma de vida que demuestre y comparta lo aprendido en la iglesia a través de la vida de Jesús.