Bajo el lema «¡La hora de los laicos ha llegado! Caminemos juntos como discípulos misioneros de una Iglesia en Salida», el Arzobispo del Cusco, Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, dio inicio al ‘Año Misionero de los Laicos’ con una Santa Misa de Acción de Gracias celebrada en la Basílica Catedral el 7 de enero. El objetivo de esta invitación es promover el discipulado misionero de los laicos, para que participen activamente en el camino sinodal del Plan Pastoral Arquidiocesano de la Iglesia del Cusco.
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La Eucaristía fue concelebrada por Mons. Lizardo Estrada Herrera OSA. Obispo Auxiliar del Cusco, y sacerdotes del clero arquidiocesano. También participaron laicos de diferentes grupos, movimientos, comisiones y comunidades parroquiales de nuestra Arquidiócesis del Cusco.
Mons. Alarcón en su homilía dijo: “Iniciamos este año misionero contemplado el misterio de la Epifanía, estamos terminando el tiempo de la navidad, y nuestra mirada se dirige a escena tan hermosa que escuchamos en el relato tan hermoso del evangelio, una estrella que aparece en el cielo, unos magos de oriente que vienen a buscar al Rey que había nacido, ellos se hacen guiar por esa estrella y después de encontrarlo lo adoran, le ofrecen sus dones, y lo más importante, es que se regresan por otro camino, mis hermanos guiados por esta escena vamos a reflexionar lo que va a significar para nuestra Arquidiócesis, el Año Misionero de los Laicos».
La estrella que guía a los magos de oriente, es una figura que está muy relacionada a lo que vamos a realizar este Año Misionero, porque esa estrella es luz y esa estrella conduce a los magos de oriente al encuentro con Jesucristo en el misterio de su nacimiento, esta estrella nos indica un camino que vamos a recorrer en estos meses y queremos que sea un año fructífero y significativo, que marque el inicio de una nueva etapa en el compromiso de los laicos, dejémonos conducir por esta estrella, ella significará las actividades que vamos a realizar durante este año, que no tienen otro objetivo que llevar a nuestros hermanos a encontrarse con Jesús.
La luz de la estrella brilló también en la imagen de ese niño nacido para salvarnos y la luz de Jesús ilumina a quienes han venido a adorarlo, mis hermanos en esos magos de oriente están representados todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, de todas las razas, de todas las culturas, de todos los lugares, que han sido invitados por esa estrella al encuentro con Jesús.