Con ocasión de la V Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Papa Francisco, el Arzobispo Metropolitano del Cusco, Monseñor Richard Alarcón Urrutia, celebró una Santa Misa el 14 de noviembre en la Basílica Catedral del Cusco, e hizo un llamado al Pueblo de Dios, en especial a los fieles creyentes, a fomentar acciones solidarias en favor de los más necesitados.
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En su homilía, Mons. Alarcón empezó su homilía recordándonos que estamos a puertas de finalizar el Año Litúrgico con la Solemnidad de Cristo Rey, y nos invitó a prepararnos en este próximo Adviento. También resaltó que, de acuerdo con el Evangelio, tenemos que estar preparados para tres momentos: el final, la llegada de Jesús y el juicio eterno, que no deben ser tiempos de terror, sino de esperanza. “Dios nos va a pedir cuentas del mandamiento del amor, toda relación de amor va a ser motivo del juicio”, dijo.
“Para Jesús lo más importante son nuestros actos de amor, y la Iglesia nos recuerda que existen las obras de misericordia para ganarnos el cielo, ahí está el sentido de esta jornada, hoy tenemos que ponernos a pensar cuánto de caridad, amor, misericordia vamos dando a nuestros hermanos más necesitados”. Citó también al Papa Francisco, que nos invita a reflexionar sobre nuestros hermanos los pobres: “mirémoslos con los ojos de la fe, además son personas que tienen dignidad y hay que darles su lugar, hay que permitirles el protagonismo de la Iglesia, son parte de la Iglesia y en nuestra Iglesia los pobres tienen un lugar privilegiado.
Asimismo, Invitó a la reflexión de ver en un pobre el rostro de Cristo, y no ser indiferentes, ya que es Jesús quien nos está pidiendo una ayuda, una mano, una mirada, un abrazo y un cariño. La indiferencia no es una actitud cristiana, mientras la solidaridad y el compartir es la respuesta de amor que tenemos que darle a cualquier hermano.
Finalizó mencionando que la arquidiócesis responde a esta jornada de los pobres con la iniciativa pastoral Resucita Perú Ahora que, como Iglesia, busca dar respuesta a las obras de misericordia, atendiendo a los más necesitados.