La apertura de la cuarta jornada de la Asamblea Eclesial estuvo a cargo del Cardenal Leopoldo José Brenes, Arzobispo de Managua (Nicaragua) y Segundo Vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
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El evento comenzó con una invitación del Cardenal Brenes a los asambleístas, para que se dejen despertar por el Espíritu Santo, adoptando una actitud constante de apertura mental y del corazón, asumiendo el reto de aceptar los desafíos que nos propone Aparecida y el mismo Evangelio.
La persistencia del Espíritu Santo
También evocó un hecho histórico de hace 14 años, cuando todos los obispos del continente fueron invitados a participar en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida. Esta convocatoria fue hecha por el entonces Papa Benedicto XVI.
«Discípulos misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos tengan vida» fue el nombre del proyecto que surgió de esa convocatoria y hoy una vez más el Espíritu Santo convoca a través del Papa Francisco a la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe; con la firme intención de reiterar el llamado a la misión.
Ahora, bajo el lema «Todos somos misioneros en salida», esta Asamblea Eclesial puede entenderse como un nuevo zarandeo del Espíritu Santo, según palabras del Cardenal.
Finalmente, el Segundo Vicepresidente del CELAM señaló que la Iglesia de América Latina y el Caribe está en deuda con Aparecida. No obstante, el Espíritu Santo persiste en su invitación y la convocatoria a esta Asamblea Eclesial es muestra de ello, por lo que vuelve a cuestionar, remover y reavivar el llamado misionero que apela a nuevos métodos, nuevas expresiones; un nuevo ardor.