- “Caminemos con María a Jesús Eucaristía”, fue el lema central de evento
- Celebraron los 425 años de la llegada de Virgen de Cocharcas al Santuario de Abancay
Centenares de fieles católicos celebraron el IV Congreso Eucarístico Mariano del 27 al 29 de octubre en el marco del Jubileo por los 400 años de la inauguración del Santuario de Cocharcas, los 425 años de la llegada de la Imagen Bendita de la Virgen María y los 65 años de creación de la Diócesis de Abancay. El Monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, arzobispo Metropolitano de Ayacucho tuvo la intervención final en la ceremonia de clausura.
“La celebración más importante de nuestra Iglesia es la Eucaristía. A veces nos olvidamos que la Comunión es el corazón de la Iglesia y que ambas nos llevan a la misión. La celebración eucarística no se reduce a los treinta minutos del rito porque me he encontrado con Jesús y tengo que llevarlo con los demás. ¿Quién hizo la primera procesión eucarística? María, cuando llevó en su vientre, a pie, durante 110 kilómetros, para ser la esclava de su prima, Isabel”, señaló Monseñor Piñeiro.
Durante el congreso eucarístico participaron también el Monseñor Giovanni Cefai, Obispo de la nueva Prelatura de Santiago Apóstol de Huacané; Monseñor Pedro Alberto Bustamante, Primer Obispo Diocesano de Sicuani; Monseñor Gilberto Gómez González, Obispo de La Diócesis de Abancay; el padre Hipólito Purizaca Sernaqué, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en el Perú; padre Justo Lofeudo, misionero de la Santísima Eucaristía e impulsor de las capillas de Adoración Perpetua; y, Giancarlo Chirinos Barrera, coordinador nacional de Jóvenes sin Fronteras.
Al respecto, Monseñor Gilberto Gómez González, Obispo de la Diócesis de Abancay, destacó que “ser Eucaristía es vivir la misa. Cuando vamos a misa vamos a una clase de entrega: tomen y coman todos de él porque este es mi cuerpo que se entrega. Animo a todos a decirle al Señor, este es mi cuerpo que se entrega, este es mi cuerpo que va a ir a la escuela, este es mi cuerpo que va a ir a la chacra, este es mi cuerpo que va a ir a cocinar, que va a ir a conseguir el pan para mis hijos”.
Reconocer a María
Monseñor Gómez González recomendó que “hay que conocer a María y hay que buscarla en la biblia. Ver a María en las bodas de Caná, en la infancia de Jesús, en los pasajes bíblicos. Las únicas palabras que María se dirige a los hombres son: hagan lo que él les diga. Orar con ella, cuando ella le pedía a Jesús, ella está para atender todas nuestras necesidades espirituales y materiales y es el camino corto para llegar y para volver de Jesús”, anotó.
Por su parte, el director nacional de las Obras Misionales Pontificias, padre Hipólito Purizaca Sernaqué, añadió que la imagen Sagrada de la Virgen de Cocharcas es la mujer por excelencia, es la Madre de Dios, que encontramos anunciada en el Antiguo Testamento y que se hace vida en el Nuevo Testamento, es la primera en hacer misión.
“La Sagrada Imagen recorre nuestras montañas. Para nuestra cosmovisión la creación es Sagrada y las montañas nos ponen cerca de Dios; en sí, los andes forman un gran templo, replican lo que el Salmo dice: Que te alaben las montañas. En una montaña Jesús dio el discurso de las Bienaventuranzas, en la montaña estaba en intimidad con el Padre. De ahí que María es la Montaña que nos lleva al Padre y que nos espera para estar con su hijo”, recordó.