La Asamblea Sinodal del Cono Sur, que se está realizando en Brasilia de 6 a 10 de marzo con representantes de Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay y Brasil, ayuda a entender la necesidad de dejarse llevar por Cristo a través del Espíritu Santo, de abrirse a su acción, de experimentar su presencia que alienta la vida de todos los bautizados.
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Durante el segundo día de la jornada, los participantes se reunieron en 21 comunidades de discernimiento, que muestra el rostro de una Iglesia que quiere organizarse y caminar teniendo el Bautismo como eje fundamental. Eso es algo que lleva a escuchar y a hacerlo asumiendo que la escucha corresponde al estilo humilde de Dios, es aquella acción que le permite revelarse, que crea al ser humano y escuchándolo se hace interlocutor.
En la práctica eso se quiere llevar a cabo en la Etapa Continental del Sínodo a partir de la Conversación Espiritual, el instrumento que hace posible el discernimiento comunitario. Y eso solo es posible para quien escucha, sin entrar en debates, acogiendo lo que al otro le revela el Espíritu, también desde el silencio.
Esta conversación espiritual lleva a cada uno a preguntarse qué es lo que más me ha impresionado, tocado internamente, de lo escuchado. Se trata de reconocer las mociones que surgen en el corazón de cada uno cuando va escuchando a los otros, mociones que a veces son de paz, de alegría, de ánimo, de luz, pero que también pueden ser lo contrario. Desde ahí se van compartiendo los sentimientos, que cuando uno se pone en la presencia de Dios va descubriendo cómo ayudan a crecer, a purificar el corazón y el sentimiento.
Descubrir los temas para la Asamblea Sinodal de octubre de 2023
A partir de las tensiones o problemas que cada uno va sintiendo, las asambleas de la Etapa Continental pretenden mostrar las cuestiones, los temas más importantes o prioritarios a ser tratados en la Primera Sesión de la Asamblea Sinodal en octubre de 2023. Para ello es necesario partir de la escucha a sí mismo y cada persona, estar abierto o dispuesto a recibir y dejarme enriquecer nuevos aportes o experiencias, sabiendo que no todos piensan igual, que lleven a ensanchar la tienda.
Todo eso a partir de la realidad que marca la vida de cada bautizado y de cada Iglesia, que siempre marca, como ha mostrado la delegación chilena, el proceso de discernimiento eclesial, que en su caso ha estado fuertemente ligado con la crisis de los abusos en la Iglesia, algo por lo que ante la Asamblea Sinodal del Cono Sur han pedido perdón.
Se trata de ensanchar la Tienda, pero para eso es necesario saber que esa tienda es móvil, que hay que ensancharla porque fruto de la fecundidad la familia ha crecido, y porque ensanchándola podrás recibir a quien llega en medio del desierto. Una Tienda que tiene que ver con la movilidad, con la familia, la fecundidad y la vida, con la hospitalidad, es decir con la comunión o fraternidad, ideas reflexionadas por Mons. Santiago Silva Retamales, obispo de Valdivia, en Chile.
Profundizar y hacer camino
Una asamblea en la que, a partir de sus experiencias locales, los participantes de la Asamblea van compartiendo sus experiencias de vivencia sinodal. Ellos traen consigo los frutos de la escucha de las más diversas comunidades, “que nos ayudan bajo la mirada del Espíritu a profundizar y a hacer camino en ese proceso de construcción de la sinodalidad”, como reconocía la Hna. Rose Bertoldo.
Una sinodalidad que no es algo abstracto y metodológico, sino “una realidad muy concreta”, en palabras del presbítero argentino Luis Albóniga, que se refería al trabajo en los grupos como oportunidad para “entrenarnos en la escucha del hermano, en la escucha de la voz de las iglesias hermanas, pero es también la escucha del Espíritu”, una experiencia que debe ser hecha a todos los niveles de Iglesia. Una metodología que ayuda a “comprender la misión de la Iglesia en diferentes situaciones en las cuales nos encontramos para de hecho poder llevar adelante el trabajo de evangelización”, enfatizo Mons. Geremias Steinmetz.