La Conferencia Episcopal Peruana lamenta la pérdida de una vida, las más de cuarenta personas heridas y la destrucción de viviendas, negocios y colegios, ocasionados por la deflagración en un grifo situado en Villa María del Triunfo ocurrido el lunes 20 de mayo.
“Estas dolorosas tragedias, que lamentablemente no son escasas en nuestro país, revelan la exigencia de una atención urgente a la formación de una cultura de prevención, del cuidado y de la seguridad antes los riesgos y los peligros que nacen del desorden y la precariedad”, señaló Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Episcopado Peruano.
La Conferencia Episcopal expresó, además, su cercanía a todas las personas afectadas y particularmente a los familiares de los heridos y de la persona fallecida “por quien elevamos a Dios nuestras oraciones”. La onda expansiva comprende varios distritos de Lima Metropolitana, además de Villa María del Triunfo donde fueron afectados, también, Villa El Salvador y Pachacamac.