Los trabajadores de la Contraloría General de la República entregaron en calidad de donación a la Diócesis de Puno diez concentradores de oxígeno que producen este elemento vital las 24 horas del día, a fin de contribuir en la atención de pacientes con COVID-19 en la región.
Comprometidos con la solidaridad entre peruanos en este difícil momento que afecta nuestro país, más de 700 trabajadores de la entidad fiscalizadora superior destinaron los equipos a Puno, donde se reporta a la fecha más de 29.000 casos confirmados con coronavirus, y 683 fallecidos.
Por su parte, Mons. Jorge Pedro Carrión Pavlich expresó que esta donación es un signo de solidaridad y de amor al prójimo. «Mi gratitud a todos los trabajadores de la Contraloría General de la República, por hacer un esfuerzo de solidaridad ante esta grave crisis que venimos afrontando», dijo.
A través de estos equipos médicos se brindará, de manera inmediata, la asistencia médica a los pacientes que requieran el suministro inmediato de oxígeno medicado, y que se encuentren en condición más vulnerable. Esta colaboración fue hace posible gracias al apoyo voluntario de los trabajadores de la Contraloría, quienes autorizaron el descuento de sus remuneraciones, y con ello destinaron lo recaudado a atender urgentes necesidades de pacientes afectados.
Para un mejor control del uso de estos equipos, se identificará a las personas a quienes se les asigna su utilización, condición de salud, situación de desabastecimiento o de vulnerabilidad económica, social y familiar, entre otras. La Contraloría reitera su compromiso con la población, tanto en el control de los recursos públicos durante la Emergencia Sanitaria por el COVID-19, así como en el apoyo solidario para los pacientes que más necesitan este elemento vital al enfrentar el coronavirus.