«Agradezco a cada uno de los maestros por haber aceptado el desafío de la educación online en tiempos de pandemia; por el esfuerzo, la dedicación y por el trabajo, que vienen realizando al servicio de sus alumnos», escribió Mons. Miguel Cabrejos, Arzobispo de Trujillo y Presidente del Episcopado Peruano, en su mensaje por el Día del Maestro, que se conmemoró este 6 de julio en todo el país.
A continuación, el mensaje completo:
En este Día del Maestro quiero hacer llegar mi saludo y felicitación, a todos los Maestros del Perú, a Ustedes a quienes el Papa Francisco, ha llamado: “Artesanos de las nuevas generaciones” porque “con su saber, paciencia y dedicación van transmitiendo un modo de ser que se transforma en riqueza, no material, sino inmaterial, se va creando al hombre y mujer del mañana. Esto es una gran responsabilidad”.
En una época nueva donde la educación trata de centrarse en descubrir cómo aprende el alumno, cómo saber potenciar su aprendizaje y como lograr el desafío que ellos mismos participen en la construcción de su conocimiento, se propone una nueva manera de pensar las relaciones enseñanza – aprendizaje, enfocados y diseñados en Conocimientos, Habilidades, Actitudes y Valores
Estamos pasando, gracias a la tecnología, a una educación personalizada del aprendizaje, a la aplicación de principios según la aplicación de metodologías de la neuro didáctica y a la creatividad como motor del aprendizaje. En ello el maestro no ha perdido su centralidad, pero enfocada en acompañar el nacimiento de las ideas en la mente de los niños y de las niñas y no en fabricarlas e imponerlas.
Los niños, niñas y adolescentes, a quienes ustedes imparten sus enseñanzas, con la colaboración de los padres de familia, -que son los primeros educadores de sus hijos- tiene puesta su mirada en el maestro, aquél que les enseña no sólo a leer y escribir, las ciencias naturales e históricas, sino también los valores, a través del ejemplo. Como decía un personaje de la historia: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”.
Su labor es noble y sagrada, ya que no imparten solo conocimientos, sino también ayudan a que la persona se vaya forjando en virtudes que llegarán a ponerlas al servicio de su pueblo y en la transformación de la sociedad.
Agradezco a cada uno de los maestros por haber aceptado el desafío de la educación online en tiempos de pandemia; por el esfuerzo, la dedicación y por el trabajo, que vienen realizando al servicio de sus alumnos. Que Jesucristo el Divino Maestro los bendiga en este día y todos los días de su vida. ¡Feliz Día del Maestro!