Un mensaje de fe y esperanza viene transmitiendo el sacerdote Juan Carlos Pérez de la Diócesis de Cajamarca a los pacientes internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital COVID-19 Simón Bolívar, un acto de bondad que también alcanza al personal de salud mediante la oración.
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La presencia del párroco en el nosocomio se debió al pedido de los familiares de los infectados con coronavirus. “Son personas que he conocido en la iglesia. Los familiares nos consultaron si podíamos ir y les respondimos que sí”, dijo el P. Pérez a la Agencia Andina.
Asimismo, el sacerdote explicó que es una acción normal de la Iglesia, aunque es la primera vez que ingresa a UCI. “Una experiencia humanamente fuerte y dura. Hay mucho temor de ingresar a ese ambiente, pero siempre más grande ha sido mi fe que mis miedos, confiando en Dios y siendo responsable con los protocolos”, expresó.
El P. Pérez instó también a la población ser más empática con nuestros médicos, con nuestras enfermeras que son seres humanos como nosotros, que sienten nuestra lejanía, nuestro rechazo y nuestro poco apoyo. Antes de ingresar a UCI, el sacerdote oró con el personal de salud en un ambiente adecuado, luego con los pacientes que necesitan confesarse, que necesitan la unción de los enfermos y quienes están en capacidad de recibir el sacramento de la eucaristía.
“Volveré las veces que sea necesario, siempre dispuesto a estar con mis hermanos y con mayor razón cuando necesitan un consuelo espiritual, cuando hay desolación en sus vidas, cuando hay tristeza en sus corazones y cuando se sienten abandonados. De la mano de Dios siempre acudiré dispuesto a estar con ellos, aunque sea solo con mi presencia”, expresó.
Esta no es la primera vez que el Padre Pérez acude al nosocomio, anteriormente estuvo en el hospital regional de Cajamarca, “hemos estado en el área de hospitalización y también en la unidad de cuidados intensivos donde hay pacientes con diversas enfermedades. Los familiares o el personal de salud pueden pedir nuestra presencia cuando lo crean oportuno”, recordó.
REFLEXIÓN EN PANDEMIA
En otro momento, el sacerdote de Cajamarca pidió a la población, especialmente a los jóvenes que los fines de semana acuden a fiestas, reflexionar sobre el difícil momento que estamos viviendo. “Organizar fiestas es un acto de injusticia, de deshumanización. Probablemente de desinformación e ignorancia, porque si nos informáramos mejor sobre este asunto, otra sería nuestra actuación”.
Según el último reporte de la Diresa, Cajamarca registra 54,004 infectados con el virus, 215 hospitalizados y 1,239 fallecidos.
Fuente: Agencia Andina