Los diáconos Mijaíl Enríquez Huamaní, natural de y Eloy Belarmino Choqque Choqque, son desde el 27 de enero los nuevos presbíteros de la Arquidiócesis del Cusco. Formados en el Seminario Arquidiocesano San Antonio Abad del Cusco, ambos jóvenes celebraron sus primeras misas en las parroquias de San Sebastián del Cusco y Nuestra Señora de Natividad de Chinchero, respectivamente.
- Mons. Lizardo Estrada presenta los avances del CELAM en la recepción del Documento Final del Sínodo en América Latina y el Caribe
- Diócesis de Chiclayo organiza el Jubileo para Periodistas y Comunicadores Sociales
- Obispos eligen a Mons Carlos García Camader, Obispo de Lurín, como nuevo presidente del Episcopado Peruano
Esta emotiva ceremonia de ordenación se llevó a cabo en la Basílica Catedral del Cusco y estuvo presidida por Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, y concelebrada por Mons. Lizardo Estrada Herrera OSA, Obispo Auxiliar del Cusco, el rector y el equipo de formadores del Seminario Arquidiocesano San Antonio Abad del Cusco y por los sacerdotes de la Arquidiócesis.
Mons. Richard Daniel inició su homilía agradeciendo a Dios por el Don de la vocación que ha regalado a nuestros dos hermanos Mijaíl y Eloy, asimismo saludó a sus familiares que a lo largo de este tiempo los acompañaron con sus oraciones en su formación sacerdotal y que en ese momento tan importante estuvieron acompañándolos con un corazón agradecido porque han recibido la bendición de tener en su familia una vocación sacerdotal y regalar a sus hijos al pueblo de Dios.
“Tenemos que reflexionar en qué momento estamos desarrollando esta Ordenación Sacerdotal, porque Dios misericordioso siempre nos da razones de esperanza cuando pasamos por momentos difíciles de oscuridad, estamos en medio de este clima de preocupaciones por la crisis social y política que estamos viviendo, no podemos ser sordos y ciegos, Dios ilumina con un rayo de luz la situación que estamos viviendo, un rayo de luz que nos da gozo, confianza y esperanza, con dos nuevos sacerdotes para nuestro presbiterio diocesano”.
El Arzobispo del Cusco finalizó su homilía, exhortándolos a ser luz y guía para iluminar la vocación y la misión de los laicos, que el Sagrario sea el lugar diario de encuentro con el Señor y juntos de la mano de nuestra madre María emprendan con mucha confianza este nuevo camino.