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En el contexto de la 39ª Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que se realiza del 15 al 20 de mayo en Puerto Rico, les traemos esta serie de artículos sobre las principales acciones realizadas por el CELAM durante el periodo 2019-2023.

  • Actual presidente del CELAM, Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, concluye en mayo su gestión 2019-2023.
  • El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño fue creado por el Papa Pío XII el 25 de julio de 1955.

Hace cuatro años, en Tegucigalpa, Honduras, se llevó a cabo la 37ma. Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño y los obispos de esta parte del mundo advirtieron los enormes desafíos de los tiempos y decidieron evaluar y renovar su trabajo evangelizador. “A la luz de ese discernimiento proyectamos nuestro caminar por cuatro años para involucrarnos más en nuestra misión de proclamar la Palabra de Dios”, dijo entonces Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, elegido presidente del CELAM.

La Asamblea advirtió que en América Latina y El Caribe crecía una crisis ética, política, económica y cultural que se manifestaba de diversas maneras. Entre ellas, el machismo que “lesiona la dignidad de la mujer, y las migraciones obligadas por la pobreza y la violencia”.

“Ante esa realidad asumimos los cuatro verbos con los que el Papa Francisco orienta la atención a los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar”, señala Monseñor Cabrejos y añade: “Había que resistir a las ideologías deshumanizantes que llevan a sacrificar a los más pobres, favoreciendo el aumento de desigualdades que son inaceptables”.

A partir de entonces el CELAM entró en un proceso de renovación y reestructuración en proceso de sinodalidad y eclesialidad inspirado e impulsado por el Papa Francisco. Recogiendo su valiosa experiencia histórica se necesitaba un nuevo CELAM, más dinámico, activo, más comprometido con la realidad y el pueblo de Dios, menos burocrático y más transparente, tal como anotaron las conclusiones de la asamblea en Honduras.

Había entonces que trabajar en proyectos de mayor envergadura e integrales, con mayor incidencia en los territorios, en la vida de la gente, especialmente de los más pobres y vulnerables, con los migrantes, con las redes de ecología integral, de derechos humanos, de economía solidaria, en el trabajo con mujeres y niños, con los pueblos originarios, con los pueblos afros, con la Red por el Pacto Educativo Global y el cuidado de la Casa Común. “El grito de la tierra y el de los pobres es el mismo grito”, dijo el Papa Francisco en la Encíclica Laudato Si.

Al año siguiente, en la 38ma. Asamblea del CELAM realizada en la ciudad de Trujillo (Arquidiócesis de Trujillo), Monseñor Cabrejos Vidarte anunció los cinco ejes desarrollados por el Consejo: Renovación y Reestructuración, la organización de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, asumir la escucha en la Asamblea Eclesial de América Latina y El Caribe, colaborar con la preparación del Sínodo sobre la Sinodalidad y la culminación de la nueva sede del CELAM.

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