En el contexto de la 39ª Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano, que se lleva a cabo en Puerto Rico, les traemos esta serie de artículos sobre los frutos de dicho organismo eclesial durante el periodo 2019-2023.
- La visión de Su Santidad quedó plasmada en la Exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”.
- La renovación del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño es un proceso constante
En febrero 2020, el Papa Francisco señaló en la Exhortación apostólica postsinodal Querida Amazonía que “la predicación debe encarnarse, la espiritualidad debe encarnarse, las estructuras de la Iglesia deben encarnarse. Por ello, me atrevo humildemente, en esta breve Exhortación, a expresar cuatro grandes sueños que la Amazonía me inspira”. Se trababa del sueño social, el sueño ecológico, el sueño cultural y el sueño eclesial.
La palabra ‘sueño’ debe ser entendida en el sentido bíblico; es decir, como un medio a través del cual Dios se comunica, abriendo nuevas perspectivas o nuevos horizontes, orientando, alentando o advirtiendo a la persona. El sueño no es algo que aliena a las personas, sino que ayuda a ver la realidad con una luz diferente que ayuda a descubrir sus potencialidades. Los sueños que el Papa Francisco comparte en su Exhortación nos invitan a un mayor compromiso desde la fe con el cuidado de la Casa Común y sus habitantes y con la Iglesia llamada a ser cada vez más una Iglesia en salida
Explica Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del CELAM.
Así, la tarea para la renovación del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño tenía que ser resuelta. “Dios quiera que toda la Iglesia se deje enriquecer e interpelar por ese trabajo, que los pastores, consagrados, consagradas y fieles laicos de la Amazonía se empeñen en su aplicación, y que pueda inspirar de algún modo a todas las personas de buena voluntad”, recomendó el Papa Francisco refiriéndose al Sínodo de la Amazonía”.
Renovación permanente
Siguiendo estas enseñanzas, el Consejo Episcopal renovó su trabajo pastoral en tres grandes propuestas: Eje desarrollo humano y ecología integrales, comprende los sueños social, ecológico y cultural; Eje Iglesia sinodal en salida, que comprende el sueño eclesial; y, Eje CELAM, como escuela de sinodalidad.
“Tenemos nueve principios que siguen guiando el proceso permanente de renovación: en clave sinodal, en colegialidad, con voz profética, con visión continental e integradora, con capacidad de incidencia en los antiguos y nuevos areópagos (tribunos o magistrados), configurando una red de redes, impulsando la descentralización y la pertinencia, acogiendo y aportando al Magisterio de la Iglesia”, señala Cabrejos Vidarte y puntualiza que “de manera que el CELAM sea un centro propulsor de la conciencia discipular y misionera en tanto referencia vital para la comprensión y profundización de la catolicidad latinoamericana y caribeña”.
Se organizaron, entonces, cuatro centros pastorales en el CELAM: el Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y El Caribe, el Centro de Gestión del Conocimiento, Centro de programas y redes de Acción Pastoral y el Centro para la Comunicación.