El Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, ofreció una entrevista exclusiva al medio Exaudi Catholic News, donde indicó que la próxima Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, que se celebrará en noviembre de 2021 en México, constituye un “evento sinodal” con el que se busca “encontrar nuevos caminos para la Iglesia en la Región, a la luz de la fe y acorde con los signos de los tiempos, en conversión integral y que retome una perspectiva de una Iglesia en salida misionera, ‘discípulos y misioneros de Jesucristo, como lo propone el Papa”.
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Durante esta conversación, el también Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y Arzobispo de Trujillo, habló, entre otras cuestiones, sobre la preparación de dicha asamblea; el aniversario del Sínodo de la Amazonía y la publicación de “Querida Amazonía”; la situación del coronavirus en la Panamazonía; la migración de personas desde Venezuela y Centroamérica; la situación económica y social en América Latina y el Caribe en este año de pandemia; así como sobre la labor pastoral y de caridad de la Iglesia en el último año.
Además, ofreció su “bendición fraterna” a Exaudi, enviando sus “palabras de aliento, reconocimiento y agradecimiento por tan encomiable labor que han iniciado”. “Es de suma importancia el propósito al que apuntan, a fin de colaborar con la labor evangelizadora de la Iglesia a través del fortalecimiento de la unidad con el Santo Padre cuyo magisterio es muy fructífero, enriquecedor y está significando un verdadero aggiornamento a las realidades de los tiempos que nos toca vivir y sus desafíos”, añadió.
A continuación, la entrevista completa:
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Exaudi: La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe fue presentada el día 24 de enero y tendrá lugar en México, en noviembre de este 2021, bajo el tema “Todos somos discípulos misioneros en salida”. Ya está dando los primeros pasos en el trabajo de reflexión, escucha y espiritualidad de la misma. ¿Qué supone este evento Eclesial? ¿Cómo se está preparando este itinerario que pretende fomentar la participación del Pueblo de Dios de este Continente?
Monseñor Miguel Cabrejos: El referente y la inspiración de esta Asamblea Eclesial es la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y Caribeño realizada en Aparecida, Brasil, en 2007, que dejó todo un desafío al Continente y que está contenido en el Documento Final. Por ello en diálogo con el Papa Francisco, en la Audiencia concedida a la Presidencia del CELAM en septiembre de 2019, el Santo Padre nos manifestó que aún estaba pendiente asumir muchos de estos desafíos, así como el sentido profundo de la Misión Continental, como Iglesia en “salida misionera” y, por tanto, sería importante tener un evento para retomar, reflexionar y discernir las conclusiones de Aparecida en los tiempos actuales que vivimos en la Región y la Iglesia Universal.
De esta manera, la Presidencia del CELAM, junto con la Presidencia de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), convocamos a una reunión preparatoria en la sede de la CEM, a fines de enero de 2020, con la participación del cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga y de un equipo de trabajo para discernir cuál sería el evento significativo a convocar. En dicha reunión se dialogó sobre el legado y los desafíos de Aparecida, y se retomaron las principales conclusiones del Sínodo Panamazónico que había terminado hacía unos meses en el Vaticano y que a su vez planteaba el desafío de la conversión integral –conversión social, conversión cultural, conversión ecológica y conversión pastoral– y el imperativo de caminar sinodalmente, transitando nuevos caminos para la Iglesia y la ecología integral.
Haciendo una reflexión a fondo, en esta reunión, descubrimos que el evento a realizar debería ser un evento sinodal, que convocara a representantes de todo el Pueblo de Dios que peregrina en Latinoamérica y El Caribe y entonces se acordó que la propuesta debería ser de una Asamblea Eclesial, la cual será la primera en su género en nuestra Región, pero también para la Iglesia universal, pues nunca antes en la historia de la Iglesia ha habido una Asamblea Eclesial de esa magnitud, involucrando a todo un continente.
En la preparación de la Asamblea se han conformado diversas comisiones para llevarla a cabo y se ha elaborado un Documento de Trabajo –que se ha denominado: ‘Documento para el Camino’– una Guía Metodológica para animar a las comunidades de todo el continente a participar y hacer llegar sus aportes.
En esta perspectiva, estamos recorriendo un camino sinodal similar al que se implementó para el Sínodo Panamazónico, con una atenta escucha a las comunidades, a los diversos actores y agentes pastorales e incluso a los mismos pueblos originarios.
Siguiendo ese ejemplo, a partir de este mes de abril se realizará un proceso de escucha en toda la Región que nos permitirá precisar mejor la Agenda de la Asamblea Eclesial, cuyo objetivo principal es elaborar un marco estratégico para la Iglesia en la Región, que refleje la sinodalidad y se proyecte al 2031/2033 con el acontecimiento guadalupano y el año de la Redención. Por eso, será muy significativo que se realice en México, al lado de la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.
Con esta Asamblea Eclesial buscamos encontrar nuevos caminos para la Iglesia en la Región, a la luz de la fe y acorde con los signos de los tiempos, en conversión integral y que retome una perspectiva de una Iglesia en salida misionera, “discípulos y misioneros de Jesucristo, para que en Él tengan vida”, como lo propone el Santo Padre.
Exaudi: En el pasado año 2020, tuvo lugar la primera asamblea plenaria de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, organismo eclesial dinamizador de la evangelización en esta Región surgido como fruto del Sínodo de la Amazonia de 2019. Además, recientemente, se ha celebrado el primer aniversario de la publicación de “Querida Amazonia”, la Exhortación Postsinodal del Santo Padre. ¿Cuál es su balance tras el tiempo transcurrido desde la celebraci6n de este relevante evento eclesial centrado en esta Región?
Monseñor Miguel Cabrejos: El balance es muy positivo y mi respuesta a esta pregunta está en estrecha relación con la anterior. Como bien lo dice usted, en el Documento Final del Sínodo Panamazónico se propone la creación de un Organismo Eclesial para la Amazonía, dada la problemática específica y la necesidad de respuestas adecuadas de la Iglesia a los desafíos de la construcción de una Iglesia con un verdadero rostro amazónico, que realmente asuma la conversión integral, que sea capaz de incorporar los gozos, esperanzas, tristezas y angustias de la comunidades que necesitan hacer oír su voz y proponer nuevos caminos de evangelización en fidelidad al Señor.
El proceso ha sido tan rico, que las propuestas respecto a la realización de la Asamblea Eclesial para América Latina y El Caribe, también ayudaron en el discernimiento respecto a la creación y funcionamiento de dicho Organismo de la Iglesia para el servicio al pueblo de Dios en la Amazonía. De esta manera, siguiendo la perspectiva de la sinodalidad en clave de conversión integral, se sugirió al Santo Padre la creación de una Conferencia Eclesial de la Amazonía (cuyas siglas serían CEAMA), en la cual participen todos los representantes del Pueblo de Dios que peregrinan en la Amazonía: obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos, laicas e incluso los miembros de los pueblos originarios. Esta propuesta novedosa, es también innovadora, no sólo para nuestra región sino para la Iglesia Universal, pues se trata de la Primera Conferencia Eclesial en la Historia de la Iglesia.
Es relativamente poco el tiempo transcurrido desde el término del Sínodo Panamazónico (octubre de 2019) y la publicación de “Querida Amazonía” (febrero de 2020), pero en poco más de un año de estos hitos para nuestra Iglesia, el proceso sigue y se van encontrando, con la inspiración del Espíritu Santo, estos nuevos caminos para una Iglesia renovada que sea capaz de responder a los signos de los tiempos.
Exaudi: En el Ángelus del pasado 14 de febrero, el Papa Francisco agradeció a Colombia la implementación del Estatuto de Protección Temporal para los Migrantes de Venezuela presentes en el país, favoreciendo “la acogida, la protección y la integración” de estas personas, ¿qué supone este paso para paliar el drama de la migración venezolana?
Monseñor Miguel Cabrejos: Es un gran paso, y de alguna manera, fruto de los acuerdos realizados en el encuentro celebrado en la ciudad de Cúcuta (frontera entre Colombia y Venezuela) en el mes de febrero de 2020, convocada por la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral, y con la participación de los Obispos de la frontera, los presidentes de las respectivas conferencias Episcopales, y los Nuncios apostólicos en ambos países, las pastorales sociales y la Presidencia del CELAM.
Uno de los compromisos de esta reunión fue convocar también un encuentro con los obispos de la Región Bolivariana para asumir los acuerdos de Cúcuta y aplicarlos en toda la sub-región, la misma que se realizó en marzo de 2020 respondiendo a la convocatoria del CELAM, poco antes de la declaración de la pandemia del COVID-19.
En este proceso, el CELAM busca ser fiel al magisterio del Santo Padre que plantea ACOGER, PROTEGER, PROMOVER E INTEGRAR a los hermanos y hermanas migrantes y refugiados. En esa misma línea, el CELAM busca fortalecer la Red CLAMOR (Red Latinoamericana y Caribeña sobre Migración, Refugio y Trata de personas) que fue creada en América Latina y El Caribe y forma parte de una red global frente a la problemática de la movilidad humana a nivel de la Iglesia universal. En el caso de nuestra Región, desde la red CLAMOR se busca promover el trabajo en red frente a los dos grandes flujos migratorios que involucran a hermanos y hermanas venezolanos y centroamericanos que, en la búsqueda de mejores condiciones de vida, ante situaciones dramáticas en sus respectivos países, se desplazan corriendo innumerables riesgos, y en muchas ocasiones han cobrado vidas humanas.
En ese sentido, es un notable avance la decisión del gobierno colombiano de implementar un Estatuto al menos temporal para los hermanos y hermanas migrantes venezolanos. Es un paso muy importante y que requiere ser emulado por los otros países de la sub-región y de toda la Región, sobre todo en estos tiempos de la pandemia en que la población migrante y sus familias sufren de gran vulnerabilidad y muy difícilmente son incluidos en los programas de ayuda de los gobiernos frente a la pandemia.
Exaudi: Con respecto a la pandemia, entre todas las regiones del continente, la Panamazonía preocupa especialmente, ya que, debido a sus particularidades, la población indígena se encuentra particularmente expuesta al virus. El CELAM ha demostrado su preocupación y ha colaborado con la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) para, por ejemplo, dotar de oxígeno, ventiladores y respiradores. ¿Cómo se encuentra la evolución de la situación en esta zona tan vulnerable?
Monseñor Miguel Cabrejos: La situación de la pandemia en la Amazonía es realmente dramática. Según un último reporte de la REPAM, que viene haciendo seguimiento a los efectos de la Pandemia en la Panamazonía, para el pasado 23 de marzo los casos confirmados fueron de 2.387.526, de los cuales fallecidos ascienden a 59.694, cifras realmente alarmantes. Los sistemas de salud se encuentran colapsados y ciertamente los pueblos originarios son los que tienen mayor dificultad de acceso a los centros de salud y que a la vez están desprovistos.
Efectivamente la REPAM, los vicariatos, diócesis, prelaturas y diversas organizaciones de Iglesia se han solidarizado y han unido esfuerzos con la sociedad civil para la provisión de oxígeno medicinal con diversas alternativas como las que usted menciona. Pero no cabe duda que es urgente la acción decidida de los gobiernos, no es posible que de parte de los Estados se evidencie niveles de abandono a sus poblaciones y especialmente en la Amazonía. Estas situaciones claman al cielo y muchos obispos y conferencias episcopales se han pronunciado al respecto, como ha sido por ejemplo el caso del Brasil, por cuanto el CELAM ha dado su respalda en un reciente comunicado.
Pero también se vienen dando conmovedoras experiencias de solidaridad en la lucha contra la pandemia en la Amazonía. Por ejemplo, hace poco el Eje Justicia socio-ambiental y Buen Vivir de la REPAM organizó un seminario sobre experiencias de la Medicina Tradicional indígena en la Lucha contra el COVID-19, donde se compartieron experiencias muy aleccionadoras sobre cómo los mismos pueblos originarios desde sus conocimientos ancestrales y de los principios activos en las especies amazónicas han tenido experiencias curativas para el caso de personas contagiadas en las comunidades con resultados positivos y además han establecido sus propios protocolos de prevención.
Exaudi: La emergencia sanitaria conlleva también la crisis económica y social, ¿qué instrumentos, medios, materiales y espirituales, cree que podrían contribuir a salir de ella, teniendo en cuenta que ya antes de la llegada del virus el continente experimentaba una situación económica muy difícil y con el fin de poder mirar al futuro con esperanza?
Monseñor Miguel Cabrejos: En efecto, podríamos decir que la situación en la región es dramática. Según reportes de la CEPAL, la caída del nivel de la producción regional en 2020 fue de poco más del 9%, lo que no se registraba en décadas. Ha superado la situación que se dio en los tiempos de la gran depresión de los años 20-30, lo cual es sumamente grave. Ello ha incrementado los niveles de desempleo, al punto que cerca de 13 millones de personas perdieron sus empleos y la gran mayoría que sobrevive en el sector de la economía popular también ha visto quebrar sus negocios, quedando sus familias en el desamparo.
Por ello es tan importante hacernos eco en la Región de los llamados del Santo Padre tanto a un salario/ingreso básico universal, como a alternativas respecto de la deuda externa de muchos países cuyo repago afectará muy especialmente a los más pobres.
Las transferencias de bonos a familias en extrema pobreza en la región han sido y son muy insuficientes y no siempre llegan a los que más lo necesitan; por otro lado, los países han recurrido al endeudamiento externo y muchos ya han sobrepasado el umbral de “sostenibilidad” de la deuda pública con el peligro que el tema del endeudamiento externo y la insolvencia regresen a la Región.
Pero, por otro lado, se han dado muy importantes experiencias de economía solidaria en los lugares de pandemia que son verdaderamente inspiradoras y deben darse a conocer.
Exaudi: En las situaciones más complicadas, como la descrita, siempre destaca la presencia pastoral y la caridad de la Iglesia, ¿qué puede contarnos al respecto?
Monseñor Miguel Cabrejos: La acción de las pastorales sociales-Caritas en la Región ha sido y son más que relevantes. Podríamos decir que ha sido crucial para atender diversas situaciones de personas que han estado y aún se encuentran muy vulnerables ante la pandemia, como por ejemplo las poblaciones empobrecidas del campo, las periferias de la ciudad, la Amazonía, los niños y niñas, los adultos mayores, los hermanos de los Pueblos originarios, las personas discapacitadas, los privados de libertad, los migrantes. Las 22 Caritas nacionales de América Latina y El Caribe y sus respectivas redes han respondido con solidaridad y eficacia.
Puedo compartir una experiencia en el Perú de tres iniciativas que impulsa la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) inspirada en el Task force que se crea en la Santa Sede frente al COVID-19 y que el Papa encarga al Dicasterio para el Servicio al Desarrollo Humano Integral. Así, la CEP primero impulsa la Iniciativa Pastoral “Denles Ustedes de Comer” para el apoyo a comedores parroquiales en las 46 jurisdicciones eclesiásticas; luego la Iniciativa “Respira Perú ahora” que logra el apoyo a los hospitales públicos con más de 15 plantas de oxígeno medicinal, así como con balones de oxígeno, concentradores, acrílicos protectores, etc.; y, más recientemente, la iniciativa “Resucita Perú Ahora” para fortalecer la coalición social frente a la pandemia y el diálogo con las autoridades. Experiencias similares se han dado también en otros países de la Región.
Todo este conjunto de acciones se inspira en la Carta Encíclica del Papa Francisco Fratelli Tutti que nos plantea la radicalidad de la Amistad Social y dan cuenta de una verdadera diaconía social en nuestras tierras.
Exaudi: Ahora comienzan las vacunaciones en Latinoamérica, y el propio Papa Francisco ya ha recibido la segunda dosis, ¿cómo se ha intentado desde el episcopado latinoamericano concienciar sobre la urgencia de lograr una inmunización global por el bien común?
Monseñor Miguel Cabrejos: El tema de las vacunas ha sido preocupante, desde el inicio de la pandemia, la Presidencia del CELAM hizo pública una carta dirigida a los gobernantes y líderes de América Latina y El Caribe, y diferentes instancias internacionales el 24 de agosto de 2020.
Hemos planteado la necesidad de vacunas seguras en la región y con acceso a ellas de todas las poblaciones sin excepción, además deben ser consideradas como bienes públicos, pues es responsabilidad de los Estados adquirirlas y distribuirlas con las adecuadas garantías sanitarias. Debe haber acceso universal y gratuito a vacunas seguras.
También el CELAM ha planteado la posibilidad de apoyar para su distribución con participación de las Conferencias Episcopales de la Región. Igualmente, participamos en el seminario organizado por el Pontificio Consejo para América Latina en el mes de diciembre para alcanzar nuestras propuestas al respecto en lo pastoral.
Exaudi: El equipo de Exaudi, agencia de noticias católicas, comenzamos recientemente nuestra andadura. La principal finalidad de este medio es informar para colaborar con la evangelización del mundo, fortaleciendo la unidad de la Iglesia con el Papa. Por último, le pedimos su bendición. Y que nos dedique unas palabras de aliento para desarrollar esta apasionante labor…
Monseñor Miguel Cabrejos: Pues con mucho gusto mis palabras de aliento, reconocimiento y agradecimiento por tan encomiable labor que han iniciado. Es de suma importancia el propósito al que apuntan, a fin de colaborar con la labor evangelizadora de la Iglesia a través del fortalecimiento de la unidad con el Santo Padre cuyo magisterio es muy fructífero, enriquecedor y está significando un verdadero aggiornamento a las realidades de los tiempos que nos toca vivir y sus desafíos.
Sigan, pues, con tan importante cometido y les doy mi bendición fraterna en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. PAZ y BIEN.