Con el objetivo de cuidar la vida y la salud espiritual de todos los fieles católicos y personas de buena voluntad en el país, la Conferencia Episcopal Peruana presenta el “Protocolo para las Actividades Religiosas de la Iglesia Católica en tiempos de Pandemia”. El documento fue elaborado considerando los aportes de varios obispos e incluyendo las Sugerencias del Ministerio de Salud (MINSA), adecuándonos así a las normas de higiene, salubridad y bioseguridad para estos tiempos de pandemia.
El Protocolo podrá aplicarse a partir del término del estado de emergencia nacional (cuarentena), pero dejando total libertad para que cada Obispo en su Jurisdicción Eclesiástica establezca la fecha a partir de la cual lo aplicará, así como la gradualidad en la apertura de los lugares de culto.
Que Dios, Clemente y Misericordioso, acompañe a nuestro pueblo y lo proteja de los males que trae esta pandemia, y por la intercesión de la Virgen María, fortalezca su fe e ilumine su esperanza.
Respecto a los puntos tratados en el documento, se ha considerado tres fases:
Fase 1: Terminado el estado de emergencia nacional (la cuarentena), cada Obispo del lugar establecerá la fecha a partir de la cual se permitirá a los fieles asistir a los templos para las celebraciones eucarísticas, así como para la celebración de otros sacramentos o actos de culto, pero no de manera masiva sino con el aforo reducido a un tercio (1/3) de capacidad del templo, guardando el distanciamiento social requerido de un (01) metro como mínimo y observando de modo estricto el presente Protocolo y las normas específicas que el mismo Obispo eventualmente establezca para su jurisdicción eclesial.
Fase 2: Posteriormente, conforme a las normas aplicables al estado de emergencia sanitaria, se restablecerá de manera escalonada las reuniones de formación catequética y pastoral, priorizando en lo que corresponda las modalidades virtuales y cumpliendo estrictamente las normas y criterios organizativos y sanitarios: aforo reducido a un tercio, higiene, uso de mascarilla, distanciamiento de un (01) metro como mínimo, las demás medidas que se refieren a continuación y aquellas que pueda disponer el Obispo del lugar.
Fase 3: Retomar la vida pastoral ordinaria de manera progresiva, teniendo en cuenta las medidas que fueren necesarias hasta que se encuentre la solución médica a esta pandemia.
Asimismo, compartimos algunas disposiciones mencionadas en el Protocolo:
- Mientras dure la actual situación de pandemia, a los feligreses que forman parte de la población en riesgo por tener más de 65 años de edad o padecer de enfermedad cardiovascular, cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial, obesidad, asma, entre otros males.
- La distancia mínima que debe haber entre persona y persona es de un (01) metro.
- En las puertas de los templos se cuidará de que no ingresen más fieles que los permitidos por el aforo antes señalado y, en lo posible, se controlará la temperatura de los asistentes.
- Los templos deben estar cuidadosamente desinfectados, limpios y ventilados.
- En los templos no habrá ni se usará agua bendita. Tampoco se podrá tocar ni besar las imágenes.