El Papa Francisco ha nombrado este miércoles 15 de enero, por primera vez, a una mujer para ocupar el puesto de subsecretaria de Estado del Vaticano. Se trata de la abogada italiana Francesca Di Giovanni, quien asumirá como subsecretaria de la sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, la cual es coordinada por el Arzobispo Paul Richard Gallagher.
La abogada nacida en Palermo (1953) era hasta ahora oficial de Relaciones con los Estados. En sus 27 años al servicio de la Secretaría de Estado, se ha encargado principalmente en las áreas relacionadas con migrantes y refugiados, derecho internacional humanitario, derecho internacional privado, la condición de la mujer, propiedad intelectual y turismo.
A partir de este miércoles 15 de enero, la Sección de Relaciones con los Estados cuenta con dos subsecretarios: Di Giovanni trabaja y Mons. Mirosław Wachowski, quien se ocupará principalmente del área de la diplomacia bilateral.
A continuación, la entrevista que Di Giovanni ofreció a Vatican News:
¿Se sorprendió del nombramiento como
subsecretario?
¡Sí, absolutamente! Desde hace varios años se piensa en la necesidad de un
subsecretario para el sector multilateral: un sector delicado y exigente que
necesita una atención especial, porque tiene modalidades propias, en parte
diferentes a aquellas del ámbito bilateral. Pero que el Santo Padre me confiara
este rol, sinceramente nunca lo hubiera pensado. Es un rol nuevo y
trataré de hacer todo lo posible para corresponder a la confianza del Santo
Padre, pero espero no hacerlo sola: me gustaría contar con la armonía que
ha caracterizado a nuestro grupo de trabajo hasta ahora.
¿Puede explicar que es el “sector
multilateral”?
En términos sencillos, se puede decir que se trata de relaciones entre
organizaciones intergubernamentales a nivel internacional e incluye la red de
tratados multilaterales, que son importantes porque sancionan la voluntad
política de los Estados con respecto a las diversas cuestiones relativas al
bien común internacional: pensamos en el desarrollo, el medio ambiente, la
protección de las víctimas de los conflictos, la situación de la mujer, etc.
¿En qué consiste su trabajo?
Seguiré ocupándome de lo que he seguido hasta ahora en la Sección para las
Relaciones con los Estados, aunque ahora, en esta nueva función, tendré la
tarea de coordinar la labor de este sector.
Es la primera mujer que ocupa un puesto de
este nivel en la Secretaría de Estado…
Sí, de hecho, es la primera vez que una mujer tiene una tarea de dirección en la
Secretaría de Estado. El Santo Padre ha tomado una decisión innovadora,
ciertamente, que, más allá de mi persona, representa un signo de atención hacia
las mujeres. Pero la responsabilidad está ligada a la tarea, más que al hecho
de ser mujer.
¿Cuál puede ser, en su opinión, la
contribución específica de una mujer en este campo?
No puedo dejar de recordar las palabras del Santo Padre en su homilía del
pasado 1° de enero, en la que hace -podemos decir- un himno al papel de la
mujer, diciendo también que «La mujer es donante y mediadora de paz y debe ser
completamente involucrada en los procesos de toma de decisiones. Porque cuando
las mujeres pueden transmitir sus dones, el mundo se encuentra más unido y más
en paz”. Quisiera poder contribuir a la realización de esta visión del Santo
Padre, con los demás colegas que trabajan en este ámbito en la Secretaría de
Estado, pero también con otras mujeres -y son muchas- que trabajan para
construir la fraternidad también en esta dimensión internacional. Es importante
subrayar la atención del Papa hacia el sector multilateral, que hoy en día es
cuestionado por algunos, pero que tiene una función fundamental en la comunidad
internacional. Una mujer puede tener ciertas aptitudes para encontrar puntos
comunes, para cuidar las relaciones dando importancia a la unidad. Espero
que mi ser mujer pueda reflejarse positivamente en esta tarea, aunque son dones
que ciertamente también encuentro en la actitud de mis colegas de trabajo
varones.
El Papa, en su reciente discurso al Cuerpo Diplomático, habló del sistema multilateral, pidiendo que se reforme.
La Santa Sede también tiene la misión, en la comunidad internacional, de asegurar que la interdependencia entre hombres y naciones se desarrolle en una dimensión moral y ética, así como en las otras dimensiones y los diversos aspectos que las relaciones adquieren en el mundo actual. No hay que cansarse nunca de fomentar el diálogo a todos los niveles, siempre en la búsqueda de soluciones diplomáticas. Por ejemplo, el Papa en su reciente discurso al Cuerpo Diplomático recordó, entre otras cosas, los muchos resultados positivos de las Naciones Unidas, que este año celebra su 75º aniversario. Queremos seguir viéndolas como un medio necesario para lograr el bien común, aunque esto no nos exime de pedir modificaciones o reformas donde se consideren necesarios.