Por: Esther Núñez Balbín, Jefa de Prensa de Radio y Televisión «Santa Rosa»
Las calles empedradas del Jr. Camaná muestran el camino hacia una Lima de ensueño. Como antaño, sus faroles irradian el calor de la noche en una Lima gris, que renace por sus obras monumentales.
Una de ellas es el complejo arquitectónico de la Basílica del Rosario del convento de Santo Domingo, su prestancia e incalculable valor histórico se exhibe no solo en el icónico campanario, considerado como una de las torres más altas del mundo, sino también en su fachada, vitrales, cúpulas, techos entre otros.
Edificado a finales del siglo XVI, este recinto histórico representa uno de los primeros conventos de Sudamérica. Y es que su construcción se realizó en la época colonial durante la fundación de Lima, ciudad virreinal, en 1535.
Conocida también como, “Ciudad de los Reyes”, Lima fue considerada en el tiempo de la colonia, como una “Ciudad santa y de monasterios”. En los primeros años de su fundación la sala capitular del remozado convento de Santo Domingo, fue sede de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, decana de américa.
Primera imagen de “Nuestra Señora del Rosario” es entronizada en su Basílica
El atrio de este espacio eclesial, refugio de los santos limeños, Isabel Flores de Oliva ( Rosa de Lima ) y Juan Martín de Porres Velásquez ( Fray Martín de Porres) restaurado como parte de las mejoras realizadas por la Municipalidad Metropolitana de Lima fue entregado durante la semana santa 2024 a los miembros de la Orden de Predicadores, quienes custodian el convento considerado Patrimonio Cultural de la Nación.
Estas obras de remoción comprenden la fachada de la capilla de la Veracruz, además de uno de los frentes de la basílica menor de Nuestra Señora del Rosario, así como la recuperación de la imagen de madera de la advocación del Rosario a la que Rosa de Lima y Fray Martín le rezaban.
Con la presencia del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga se realizó la ceremonia de entronización de esta imagen en la parte superior de la fachada después de 80 años. “Esta obra rescata la Lima histórica para el disfrute, la cultura y la autoestima del Perú y de todos los limeños que queremos ver a Lima a la altura de las grandes capitales del mundo” destacó el burgomaestre.
Incalculable valor histórico
La monumental obra patrimonio de la humanidad cuenta con una torre de 135 escalones que culminan en uno de los campanarios más visitado en el siglo XVI por ser el mirador con 55 metros de alto. Los mercaderes de la época solían visitarlo para saber si los buques con sus productos habían zarpado en el puerto del Callao.
Tras el terremoto de 1746 solo quedaron 46 metros de alto de dicha torre reconstruida en 1771. La restauración de esta obra arquitectónica se encuentra dentro del plan de la gerencia de planificación, gestión y recuperación del centro histórico de Lima de la Municipalidad Metropolitana.
En este significativo avance se rehabilitó los pisos del atrio, así como se trabajó en las portadas ubicadas en este conjunto. Con este fin se recuperó los vestigios de pintura mural, se retiraron elementos incompatibles, y se restauraron los acabados en piedra, además se realizó mantenimiento a la carpintería de madera.
Lima sigue siendo la “ciudad monasterio de antaño”
Por otro lado, se revisó la armazón de los muros, para conseguir una restauración segura y duradera. De esta forma se intervino la estructura de la construcción pensando en los visitantes. Del mismo modo se recompuso las bancas y se instaló un nuevo sistema led de iluminación nocturna.
La restauración del conjunto arquitectónico de santo Domingo está a cargo de Prolima, órgano municipal que en julio de 2023 presentó la recuperada torre del conjunto que alberga las tumbas y restos de los santos peruanos. Un lugar histórico donde sigue viva la fe de una tierra ensantada.