“Hacer sínodo significa caminar juntos en la misma dirección. Miremos a Jesús, que en primer lugar encontró en el camino al hombre rico, después escuchó sus preguntas y finalmente lo ayudó a discernir qué tenía que hacer para heredar la vida eterna”, fue la reflexión del Papa Francisco en la Misa de Apertura del Sínodo sobre la Sinodalidad este domingo 10 de octubre.
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De este modo, el Santo Padre saludó a los más de tres mil fieles, entre Delegados de las Conferencias Episcopales, Cardenales, Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, y laicos, reunidos este domingo 10 de octubre, en la Basílica de San Pedro para dar inicio a este proceso sinodal, que durará tres años y tiene tres fases: “Encontrar, escuchar, discernir”.
Dios camina a nuestro lado
En la Santa Misa de apertura, el Santo Padre comentó el encuentro de Jesús con el hombre rico que el Evangelio de Marcos, y señaló que, “de este modo, Jesús nos revela que Dios no habita en lugares asépticos, en lugares tranquilos, lejos de la realidad, sino que camina a nuestro lado y nos alcanza allí donde estemos, en las rutas a veces ásperas de la vida”. Por eso, hoy, al dar inicio al itinerario sinodal, comenzamos preguntándonos: ¿encarnamos el estilo de Dios, que camina en la historia y comparte las vicisitudes de la humanidad? ¿Estamos dispuestos a la aventura del camino o, temerosos ante lo incierto, preferimos refugiarnos en las excusas del “no hace falta” o del “siempre se ha hecho así”?
El Sínodo no es una convención eclesial
El Papa indicó a los Delegados y representantes de las Conferencias Episcopales que han llegado hasta Roma que, “la Palabra nos abre al discernimiento y lo ilumina, orienta el Sínodo para que no sea una ‘convención’ eclesial, una conferencia de estudios o un congreso político, para que no sea un parlamento, sino un acontecimiento de gracia, un proceso de sanación guiado por el Espíritu”. A ellos – que regresaran a sus respectivas Iglesias locales para dar inicio a la fase diocesana este 17 de octubre y que durará hasta abril de 2022 – el Papa les recuerda que Jesús, como hizo con el hombre rico del Evangelio, nos llama en estos días a vaciarnos, a liberarnos de lo que es mundano, y también de nuestras cerrazones y de nuestros modelos pastorales repetitivos; a interrogarnos sobre lo que Dios nos quiere decir en este tiempo y en qué dirección quiere orientarnos.
Momento de Reflexión: Escuchar al Espíritu y a los hermanos
La apertura del Sínodo estuvo precedido este sábado, 9 de octubre, por un Momento de Reflexión, en la que participó el Santo Padre junto a los Delegados Episcopales en el Aula Nueva del Sínodo. A ellos, el Papa les agradeció por estar aquí, en la apertura del Sínodo, “han venido por muchos caminos y de muchas Iglesias, llevando cada uno en el corazón preguntas y esperanzas, y estoy seguro de que el Espíritu nos guiará y nos dará la gracia para seguir adelante juntos, para escucharnos recíprocamente y para comenzar un discernimiento en nuestro tiempo, siendo solidarios con las fatigas y los deseos de la humanidad”.
Después de haber escuchado al Papa y los seis testimonios de diferentes continentes en la primera parte del Encuentro, en la Asamblea general, los Representantes de las Iglesias locales junto a los miembros de la Secretaria del Sínodo y a las Cuatro Comisiones del Sínodo, se dividieron en 15 grupos lingüísticos para iniciar este proceso de escucha y discernimiento comunitario teniendo presente, sobre todo, los desafíos y esperanzas de este itinerario sinodal. Durante los próximos días, 11 y 12 octubre, los Delegados de las Conferencias Episcopales mantendrán diferentes encuentros con los miembros de la Secretaría del Sínodo y de las diferentes Comisiones para implementar los procedimientos a seguir en las Iglesias locales.