En el XXIV Domingo del tiempo ordinario, Monseñor Miguel Cabrejos, Presidente del Episcopado Peruano y CELAM, reflexionó en su homilía en el paraje del hijo pródigo. Durante su intervención, señaló que “Cristo nos invita a ir más allá, a entrar en la lógica de la gratuidad, de la generosidad, de la comunión”, por tanto, “la pregunta es: ¿dónde nos ubicamos nosotros en la parábola?”.
- Secretario General del CELAM, Monseñor Lizardo Estrada, a integrantes del Programa Centralidad de la Niñez: “Estamos dispuestos a seguir construyendo espacios de ternura y buen trato”
- XIX Encuentro Juvenil de la Prelatura de Caravelí “A Ustedes les llamo mis amigos”
- II Encuentro de Archivos y Bibliotecas Eclesiásticos, Conventuales y Parroquiales
Al respecto señala que “la parábola que hemos escuchado es un canto extraordinario donde se entrelazan algunos temas fundamentales del Evangelio: el amor divino, la alegría, la conversión, el perdón, la esperanza, la lucha contra la hipocresía y la soberbia”.
“El sentido del pecado es ciertamente un elemento importante que hay que resaltar en la sociedad moderna, contemporánea, de la superficialidad y de la indiferencia”, acotó.
El perdón, última palabra de Dios
Mons. Cabrejos afirma que “todas las grandes religiones, desde la antigüedad han rechazado el pecado, el mal”, mas para “el Evangelio esto no es el elemento último y decisivo. Fundamental es el Padre que espera, que abraza, que borra el pecado, que regenera a su hijo en el amor y en la alegría”.
Por ende, “la última palabra de Dios es y será la del perdón, y su último gesto es y será el abrazo”, por eso, como dice el Evangelio: “Haced el bien y prestad sin esperar nada; y nuestro premio será grande y seréis hijo del altísimo”, porque Él es benévolo con los ingratos y malvados”.