En el XXIV Domingo del tiempo ordinario, Monseñor Miguel Cabrejos, Presidente del Episcopado Peruano y CELAM, reflexionó en su homilía en el paraje del hijo pródigo. Durante su intervención, señaló que “Cristo nos invita a ir más allá, a entrar en la lógica de la gratuidad, de la generosidad, de la comunión”, por tanto, “la pregunta es: ¿dónde nos ubicamos nosotros en la parábola?”.
- Jubileo 2025: Conozca los templos jubilares de la Provincia Eclesiástica de Huancayo
- Vicariatos Apostólicos de la Amazonía peruana participaron en marcha por el Día Mundial del Agua
- Annuario Pontificio 2025: Crece el número de católicos en el mundo, pero persiste la crisis de vocaciones
Al respecto señala que “la parábola que hemos escuchado es un canto extraordinario donde se entrelazan algunos temas fundamentales del Evangelio: el amor divino, la alegría, la conversión, el perdón, la esperanza, la lucha contra la hipocresía y la soberbia”.
“El sentido del pecado es ciertamente un elemento importante que hay que resaltar en la sociedad moderna, contemporánea, de la superficialidad y de la indiferencia”, acotó.
El perdón, última palabra de Dios
Mons. Cabrejos afirma que “todas las grandes religiones, desde la antigüedad han rechazado el pecado, el mal”, mas para “el Evangelio esto no es el elemento último y decisivo. Fundamental es el Padre que espera, que abraza, que borra el pecado, que regenera a su hijo en el amor y en la alegría”.
Por ende, “la última palabra de Dios es y será la del perdón, y su último gesto es y será el abrazo”, por eso, como dice el Evangelio: “Haced el bien y prestad sin esperar nada; y nuestro premio será grande y seréis hijo del altísimo”, porque Él es benévolo con los ingratos y malvados”.