Este 29 de junio, el Obispo del Callao, Mons. Luis Alberto Barrera, MCCI, presidió la Santa Misa con motivo de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo en la Parroquia “San Juan Bosco”. La celebración eucarística fue concelebrada por el Párroco, P. Pedro Dabrowski, SDB.
Estuvieron presentes autoridades del Primer Puerto y fieles chalacos. Durante la homilía, Mons. Luis Alberto destacó la figura de los apóstoles Pedro y Pablo, así como la tarea de los pescadores artesanales del Callao.
Pedro y Pablo, testigos de la fe
“Celebramos a dos grandes testigos de la fe San Pedro y San Pablo, estos heraldos del Evangelio, grandes misioneros, que dieron sus vidas a causa de la fe…Pedro en su ministerio sufre la cárcel, como tantos cristianos de hoy y misioneros de nuestro tiempo que viven experiencias duras y difíciles en el anuncio del Evangelio. Hay enemigos de la fe, sin embargo la Palabra no se puede encarcelar, no se puede encadenar. Dios se abre siempre camino. Pablo, de perseguidor de los cristianos, se convierte en uno de los misioneros más grandes, uno de anuncia a Jesús, después de encontrarse con Él. El encuentro con Jesús, nos abre un abanico de felicidad, nos robustece, nos fortalece como seres humanos y nos hace hombres y mujeres valientes, capaces por dar la vida por aquello que creemos. Esa es la experiencia de Pablo que bien presume de sus debilidades. Pablo, como todos nosotros, es un ser humano débil, sin embargo la gracia de Dios lo transforma, y la gracia de Dios actúa pese a su debilidad. Dios se sirve de nosotros para poder hacer maravillas, como lo hizo con Pablo. Por eso él dirá, yo presumo de mis debilidades, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Y virará su experiencia de encuentro con Cristo de tal manera, al decir que ya no soy quien vive, es Cristo vive en mí. Esa experiencia de Pablo, nos puede ayudar a todos nosotros a no tener miedo, a dejarnos llevar por Jesús, ser su instrumento”.
Pescadores del Callao
“Queridos hermanos pescadores ustedes tienen como patrón a San Pedro, el discípulo, el primero, él vive su experiencia de cercanía con Jesús. Pedro era un pescador, no era tan instruido, era un hombre sencillo, pero Jesús se fijó en él.
Podemos comprender en ese rudo trabajo de buscar en la pesca para vivir la experiencia de la vida cristiana, que nos pide siempre trabajar, esfuerzo para poder creer y ser santos.
Ustedes conocen el sol fuerte que quema en el mar, la sal, el viento, la brisa fuerte, las olas suaves, las olas grandes, sin embargo se lanzan sin miedo y desafían las olas. Ese mismo entusiasmo que ustedes tienen para pescar, úsenlo también para luchar en la vida y sobre todo para buscar la inmensidad, la anchura de lo que es Dios.
Esa misma experiencia les servirá para nunca desfallecer delante de las dificultades, de la muerte, de la tristeza cuando no se pesca nada”.
Al final de la Santa Misa, el P. Pedro Dabrowski, SDB., agradeció la presencia del obispo chalaco en su parroquia, ofreciendo toda la obra salesiana para su servicio pastoral en la Diócesis del Callao.