Por Luis Miguel Modino (CELAM)
La grave situación que vive Perú como consecuencia de la crisis política y social por la que el país atraviesa ha hecho que la Conferencia Episcopal Paraguaya haya emitido un breve comunicado de solidaridad con el Pueblo del Perú.
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En el escrito se dice que “los Obispos del Paraguay nos solidarizamos con el pueblo peruano y nos sumamos al pronunciamiento de los Obispos del Perú, que reprueban la muerte de 17 personas y más de 60 heridos, entre civiles y policías, como consecuencia de las protestas ciudadanas en la región de Puno, el pasado 9 de enero».
Los obispos peruanos condenaron el pasado lunes la violencia y el uso desmedido de la fuerza, lamentando la falta de derecho a la protesta por parte de la población, lo que motivó el que las fuerzas del orden recurriesen a la ilegalidad y el abuso de las atribuciones que corresponden a las autoridades.
En sus palabras los obispos peruanos habían pedido que se detengan las muertes vengan de donde vengan, afirmando que «no podemos dejar que el Perú se destruya por nuestras propias acciones ni dejarlo caer en un abismo institucional». Ante esa situación llamaron a construir la paz en el país.
No a la violencia y la arbitrariedad
Desde Paraguay, los obispos, siguiendo la misma línea manifestada por sus homólogos peruanos, lamentan “que el camino a la verdad, a través del derecho y la justicia, deba ser transitado por senderos de violencia y arbitrariedades, en prejuicio de la vida humana”.
Ante esa situación, el episcopado paraguayo a través de su presidencia ha alentado “a que nuestros pueblos latinoamericanos sean guiados con fe y esperanza para el logro de condiciones más dignas y justas en su desarrollo social y político”.
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Finalmente, los prelados hacen “un llamado al diálogo y a la paz en el Perú, y unimos nuestras plegarias al Dios Altísimo en favor de las familias afectadas”.