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Jr. Estados Unidos 838. Jesús María.
Lima, Perú.

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Compartimos el mensaje del Presidente de Cáritas del Perú, Mons. Fortunato Pablo Urcey, OAR, Obispo de Chota dirigido al episcopado, sacerdotes, religiosas, religiosos, colaboradores en las distintas Cáritas Diocesanas y fieles empeñados en globalizar la solidaridad en estos tiempos fuertes que nos ha tocado vivir. «Mi propósito es seguir alentando la caridad en todos ustedes. Es motivo de alegría enterarme a diario de todas las iniciativas solidarias que vienen desplegándose a lo largo y ancho de nuestro territorio», se lee en su carta.

A continuación, el mensaje completo:

Queridos hermanos en el episcopado, sacerdotes, religiosas, religiosos, colaboradores en las distintas Cáritas Diocesanas y fieles empeñados en globalizar la solidaridad en estos tiempos fue-tes que nos ha tocado vivir.

Mi propósito con esta carta es seguir alentando la caridad en todos ustedes. Es motivo de alegría enterarme a diario de todas las iniciativas solidarias que vienen desplegándose a lo largo y ancho de nuestro territorio, que recién ha conmemorado Fiestas Patrias. «Somos libres, seámoslo siempre».

Desde Cáritas del Perú venimos apoyando el trabajo de las Cáritas Diocesanas. En un primer momento lo hicimos enviando fondos a las diócesis para poder socorrer el hambre de muchos hermanos nuestros, pobres entre los pobres, tan pobres que con frecuencia no se atreven a pedir. Después colaboramos, en unión con la Conferencia Episcopal y los Hermanos de San Juan de Dios, en la Teletón de este año: «Por un Perú sin hambre» También llegó a la población el lema que recoge el reto que nos presenta el milagro de la multiplicación de los panes y los peces: «Denles ustedes de comer».
¿Se imaginan qué hubiera sido del milagro si los apostóles en vez de distribuir entre la gente hubieran acaparado? Ya se han distribuido los fondos recaudados para los comedores parroquiales.

En la actualidad, raro es el día en que no se sume alguna diócesis para hacer frente a la necesidad apremiante de la falta de oxígeno. Los lemas, todos interesantes, son muy variados. No faltan las palabras oxígeno, pulmones, respira, aire. Esta última palabra me ha hecho recordar un poema de Don Miguel de Unamuno, en el que le dice al Cristo de Velázquez: «Tú, la Palabra, sin el aire, muda». Y añade, versos abajo: «La última oleada de tu pecho rosa / rompió en fría quietud, ¡y se quedaron / sin aire tus pulmones..!»

Plantas generadoras de oxigeno, balones para acercarlo a los enfermos graves, manómetros para aplicarlo… Todo orientado a salvar vidas, a que no se queden sin aire los pulmones de ningún hermano nuestro.

Solo resta dar gracias a Dios por todos los obispos que siguen alentando la caridad en sus respectivas diócesis, por los secretarios y colaboradores de Cáritas, por los fieles que ofrecen sus aportes; también es necesario agradecer la dedicación de los trabajadores sanitarios, de todas las autoridades y de las religiosas contemplativas que elevan las manos al cielo en demanda de auxilio.

Sigamos orando por los enfermos y por aquellos que han partido a la casa del Padre sin poder contar con la caricia de sus seres queridos.

Reciban mi bendición de obispo,

Mons. Fortunato Pablo Urcey, OAR
Presidente de Cáritas del Perú

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