Más de 200 familias de las comunidades de Anapahua, Chillipahua y Saratuhuaylla, situadas en el distrito de Huarocondo, provincia de Anta, recibieron canastas de productos de primera necesidad, un gesto de solidaridad y apoyo del Arzobispado del Cusco, mediante la iniciativa pastoral «Resucita Perú Ahora», con el apoyo de la Dirección Desconcentrada de Cultura, a través de la Orquesta Sinfónica del Cusco.
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La entrega de donación fue encabezada por Mons. Richard Daniel Alarcón Urrutia, Arzobispo Metropolitano del Cusco, en conjunto con el Pbro. Facundino Huillca, párroco de la Parroquia San Martín de Tours de Huarocondo, y un equipo de voluntarios de «Resucita Perú Ahora» y JUFRA (Juventud Franciscana). Este acto de generosidad se convirtió en un faro de esperanza para las familias en situación de vulnerabilidad en la región.
Durante la celebración de la Santa Misa, Mons. Alarcón hizo hincapié en la importancia de valorar la fe y el amor al prójimo. Destacó que la fe es como una semilla que debe cultivarse y fortalecerse a lo largo de la vida, recordando a todos la necesidad de amar y ayudarse mutuamente en estos tiempos de dificultades. El Arzobispo agradeció a todas las personas que colaboraron en esta causa solidaria y alentó a seguir compartiendo amor y cariño entre la comunidad.
Además de la entrega de las canastas, el elenco de baile de «Filigranas Peruanas» se sumó a esta noble causa, ofreciendo presentaciones de danzas típicas que llenaron de alegría y cultura a las comunidades visitadas.
La iniciativa de recaudar fondos para las canastas se materializó mediante dos conmovedores conciertos benéficos. El Arzobispado del Cusco, la Dirección Desconcentrada de Cultura y la Orquesta Sinfónica del Cusco se unieron en una muestra de solidaridad y cultura, demostrando que el arte puede ser un vehículo para el cambio social.
Esta colaboración ejemplar entre instituciones y la comunidad subraya la importancia de la solidaridad y el trabajo conjunto para ayudar a quienes más lo necesitan. El Arzobispado del Cusco, la Dirección Desconcentrada de Cultura, la Orquesta Sinfónica del Cusco y todos los involucrados en esta iniciativa reafirman su compromiso con el bienestar de la comunidad y la promoción de valores de amor y caridad.
