El pasado 14 de diciembre, Ripley, en alianza con Cáritas del Perú, realizó una emotiva actividad en la parroquia Nuestra Señora de la Paz, ubicada en San Juan de Lurigancho, como parte de la campaña solidaria “Que lo bueno se multiplique”. El evento estuvo dirigido a 100 niños que forman parte de las ollas comunes de la zona, con el objetivo de brindarles momentos de alegría y esperanza durante esta temporada navideña.
La jornada incluyó un divertido show infantil, juegos y diversas actividades recreativas, donde voluntarios de Ripley se encargaron de contagiar sonrisas y entusiasmo a los pequeños asistentes. Además, cada niño recibió un obsequio sorpresa, gracias a las generosas donaciones de clientes y colaboradores de Ripley, como símbolo de solidaridad y cariño en esta fecha especial.
Durante la actividad, Patricia Subauste, Gerente de Gestión de Personas de Ripley, destacó la importancia de esta iniciativa: “Desde nuestro propósito de mejorar la calidad de vida de las familias peruanas, buscamos hacer que ‘lo bueno se multiplique’, y qué mejor manera que compartiendo con estos niños en una fecha tan especial”.
Por su parte, el Reverendo Padre Pedro Vidarte SS.CC., párroco de Nuestra Señora de la Paz, agradeció el gesto de Ripley y Cáritas del Perú, resaltando el impacto positivo que tiene en la vida de los niños de la comunidad. Asimismo, Ana Vásquez, Jefa de Asistencia y Obras Sociales de Cáritas del Perú, enfatizó la importancia de unir esfuerzos entre empresas y organizaciones sociales para llevar esperanza a quienes más lo necesitan.
Con esta acción, Ripley reafirma su compromiso con las comunidades más vulnerables y con su objetivo de seguir multiplicando las buenas acciones. La campaña “Que lo bueno se multiplique” refleja el esfuerzo conjunto entre el sector privado y las organizaciones sociales para llevar alegría y esperanza a quienes más lo necesitan en esta época del año.
