La segunda jornada de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe culminó la noche del 22 de noviembre, con una celebración eucarística presidida por el Cardenal Pedro Barreto, Arzobispo de Huancayo (Perú) y Presidente de Red Eclesial PanAmazonica (REPAM).
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En su homilía, centrada en el Evangelio de la Viuda, dijo ver este pasaje como “programa de vida que hoy con la gracia de Dios estamos cumpliendo”. La viuda simboliza a la Iglesia y a cada uno de nosotros, invitando a reconocer que somos pobres, frágiles y pecadores. “Ante esto, Jesús nos dice que hay un camino por recorrer, que nos lleva a entender que la vida entregarla, porque confiamos en Dios”.
En otro momento de la Santa Misa, El Presidente de la REPAM recordó a las víctimas de la pandemia y reflexionó sobre las políticas en el continente, “que no buscan el bien común y sí intereses subalternos”. La viuda muestra el rostro femenino de la Iglesia, que piensa en el otro, en el nosotros, que nos lleva a salir de nosotros mismos para que nuestro centro sea Jesús. También reflexionaba sobre la Asamblea Eclesial, llamando a dar gracias por este momento de discernimiento, y recordaba las palabras del Papa Benedicto XVI en Aparecida, donde definía la religiosidad popular como la fe de los pobres, que conmueve corazones y nos llama a vivir la pobreza de espíritu.