Desde sus hogares, miles de trujillanos recibieron entre lágrimas la bendición con el Santísimo Sacramento que sobrevoló la ciudad de Trujillo y alrededores en un helicóptero de la Policía Nacional del Perú. La «procesión aérea» fue acompañado por el Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Mons. Miguel Cabrejos OFM, y autoridades policiales de la región.
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Por dos horas (de 10:00 a.m. a 12:00 m.), la Sagrada Hostia Consagrada recorrió los distritos trujillanos, derramando bendición y esperanza a las familias, especialmente a las personas contagiadas con el COVID-19. También visitó los hospitales de la ciudad, donde el personal de salud sigue luchando contra la pandemia.
Por su parte, los templos parroquiales saludaron el sobrevuelo Eucarístico con el repique de las campanas, mientras que en las familias trujillanas levantaron altares y entonaron cánticos eucarísticos, al mismo tiempo que flameaban las banderas y agitaban los pañuelos. Durante la procesión, algunas madres de familia se arrodillaron en las afueras de la Basílica Catedral para romper en llanto frente a la presencia del altísimo.
La celebración Eucarística por la Fiesta del Corpus Christi fue muy importante para estos momentos difíciles, permitiendo a las familias trujillanas a contemplar y orar a Cristo Eucaristía, y recibir desde los cielos su anhelada bendición como un aliento de esperanza en medio de esta trágica pandemia.
Similar experiencia de fe se vivió hace 22 días en Trujillo, con la sagrada imagen de la Virgen del Socorro de Huanchaco, acompañada por el Arzobispo y autoridades policiales, con el fin de derramar su material bendición y dar su protección a las familias golpeadas por el COVID-19.
