«La pandemia de coronavirus está amenazando a toda la humanidad”, afirmó el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, el pasado miércoles 25 de marzo al lanzar un plan de respuesta mundial que se extenderá hasta diciembre con la meta de recaudar donaciones por hasta 2,000 millones de dólares. El objetivo del “Plan Mundial de Respuesta Humanitaria a la Covid-19” es combatir el virus “en los países más pobres del mundo” y responder a las necesidades de las personas más vulnerables. Hasta el momento, el COVID-19 ha matado a más de 16.000 personas en todo el mundo y hay casi 400.000 casos reportados.
Al respecto, la Directora General de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia UNICEF, Henrietta Fore, remarcó: “En sólo unos meses, COVID-19 ha trastornado las vidas de los niños de todo el mundo. Cientos de millones no van a la escuela. Los padres y quienes cuidan de ellos han perdido sus trabajos. Las fronteras están cerradas. Los niños son las víctimas ocultas de esta pandemia. Nos preocupan las consecuencias a corto y largo plazo para su salud, bienestar, desarrollo y perspectivas”.
40% de la población mundial sin agua y jabón
Uno de los problemas principales es la falta de acceso a los servicios de agua y saneamiento, puesto que lavarse las manos con jabón es crucial en la lucha contra el coronavirus. «Ya ahora el 40% de la población mundial, 3.000 millones de personas, no tienen servicios de agua y jabón en casa para lavarse las manos. Peor aún, el 16% de los centros de salud, o 1 de cada 6, no tienen baños. Un tercio de las escuelas del mundo y la mitad de las escuelas de los países menos desarrollados no tienen espacio para que los niños se laven las manos».
Cierre de escuelas: niños a riesgo de explotación y abuso
El cierre de las escuelas a nivel nacional en al menos 120 países han afectado no sólo la educación, sino también “los almuerzos escolares, los programas de salud, el agua potable y la información correcta”. Esto ha provocado que millones de niños se expongan a un mayor riesgo de explotación, violencia y abuso. «Por ejemplo, debido al cierre de escuelas durante la epidemia del Ébola en el África occidental entre 2014 y 2016, se ha producido un aumento del trabajo infantil, el abandono, los abusos sexuales y los embarazos de adolescentes”.
Los niños en las zonas de guerra
Para los millones de niños que huyen o viven en situaciones de conflicto que viven en condiciones de hacinamiento y a menudo en zonas de guerra activa con poco o ningún acceso a la atención médica, el auto-aislamiento y el lavado de manos con jabón no será fácil, puesto que “una familia de 6, 8, 10 o 12 personas puede vivir en una habitación”.
El Plan mundial de respuesta humanitaria al Covid-19
De todo esto se desprende el pedido de Unicef para adherir a la financiación del Plan mundial de respuesta humanitaria al Covid-19. El plan de respuesta será implementado por agencias de la ONU, con ONG internacionales y consorcios de ONG que desempeñarán un papel directo en la respuesta. Se enfoca en:
- entregar equipos de laboratorio esenciales para detectar el virus y suministros médicos para tratar a las personas;
- instalar estaciones de lavado de manos en campamentos y asentamientos;
- lanzar campañas de información pública sobre cómo protegerse y proteger a otros del virus; y
- establecer puentes aéreos y centros en África, Asia y América Latina para trasladar a los trabajadores humanitarios y suministros a donde más se necesitan.
“Podemos seguir trabajando con los gobiernos para fortalecer los servicios de protección, el apoyo psicosocial y las oportunidades de aprendizaje a distancia para todos los niños, en particular para los más vulnerables”, concluye.