- Acto de investidura contó con la presencia de Mons. Paolo Rocco Gualtieri, Nuncio Apostólico en el Perú, y Mons. Miguel Cabrejos, Presidente del Episcopado Peruano.
En su visita a la Diócesis de Chiclayo, los cardenales José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación del Vaticano, y Robert Francis Prevost, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y Obispo Emérito de Chiclayo, recibieron el 16 de noviembre la distinción más alta de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT): el título de Doctor Honoris Causa. También se entregó este reconocimiento a Mons. Jesús Moliné Labarta, Obispo Emérito de la Diócesis y Primer Gran Canciller de la casa de estudios.
«En el marco de los 25 años de creación de nuestra casa de estudios, es para mí un honor dar la bienvenida a esta ceremonia académica donde reconoceremos a tres académicos importantes para el mundo y nuestra institución». De esta manera, inició su discurso de bienvenida la rectora de la USAT, la Dra. Patricia Julia Campos Olazábal.
El primero en recibir esta distinción fue su Eminencia Reverendísima Cardenal José Tolentino de Mendoça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, quien fue reconocido por su servicio a la Iglesia y a la cultura, y por su profunda investigación bíblica y teológica plasmada en su prolífica producción literaria.
«Ser miembro de la comunidad universitaria de Chiclayó será siempre para mí un orgullo y testimonio en muchas partes del mundo. Pido a Dios que esta intitución sea siempre una comunidad de estudiosos que representen diversos campos del saber humano y una institución académica en la que el catolicismo este presente».
Palabras del Cardenal José Tolentino de Mendoça.
Asimismo, la USAT otorgó el grado de ‘Doctor Honoris Causa’ a su Eminencia Reverendísima Cardenal Robert Francis Prevost Martínez, Prefecto para el Dicasterio de los Obispos, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina y Obispo Emérito de Chiclayo, en mérito a la rigurosidad académica con que acercó el Derecho Canónico a la vida cristiana, conjugando prudencia de pastor y urgencia misionera con el servicio abnegado al Sucesor de Pedro y a las iglesias particulares.
Una de los grandes desafíos que hoy tenemos en todas las universidades católicas es encontrar la mejor manera para enseñar y promover un modo de pensar que busca unir los esfuerzas de la Iglesia Católica en todos los sectores de la sociedad.
Palabras del Cardenal Robert Francis Prevost Martínez.
Finalmente, se distinguió al Excelentísimo Monseñor Jesús Moliné Labarta, Obispo Emérito de Chiclayo y Primer Gran Canciller de la USAT, quien fue reconocido por su dedicación a la educación y a la historia, y por dar inicio a la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, contribuyendo así, con la evangelización de la cultura.
La solemne investidura estuvo presidido por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Chiclayo, Mons. Guillermo Cornejo Monzón, quien entregó la medalla a cada candidato y les impuso el bonete laureado como símbolo antiquísimo y venerado del Magisterio, así como distintivo de sus estudios y merecimientos.
Del mismo modo, la rectora de la USAT entregó a cada candidato el libro de la sabiduría, como símbolo de enseñanza y de veneración a la doctrina de sus maestros y predecesores. Además, a nombre del claustro, hizo entrega del título honorífico de ‘Doctor Honoris Causa’.
En esta fiesta de reconocimiento, se contó con la participación del Nuncio Apostólico en el Perú, Monseñor Paolo Rocco Gualtieri; y del Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo Metropolitano de Trujillo,Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte. Asimismo, de rectores de universidades nacionales y autoridades de la región Lambayeque.