Desde el 29 de abril hasta el 1 de mayo, la Arquidiócesis de Arequipa vivió con gran solemnidad la fiesta en honor a la Virgen de Chapi, con multitudinarias celebraciones en el Santuario ubicado en el distrito de Polobaya.
El martes 29, a las 4 p.m., la imagen de la Virgen de Chapi fue llevada en procesión y expuesta en la explanada del Santuario para la veneración de los fieles que comenzaron a llegar esa misma tarde. Los peregrinos participaron en el rezo del Santo Rosario a las 6 p.m. y en la primera Misa a las 7 p.m. Durante toda la noche y el día siguiente, continuaron llegando miles de devotos, muchos de los cuales realizaron el tradicional recorrido a pie desde diversos puntos de la ciudad y alrededores.

El 30 de abril se celebró la Misa a las 8 a.m., 10 a.m., 12 m., 3 p.m. (Misa de bienvenida a los peregrinos) y 6 p.m. El Santo Rosario se rezó a las 7 p.m. La solemne Misa de vísperas fue presidida por el P. Alberto Ríos, Vicario General de la Arquidiócesis, quien destacó el papel de María como modelo de esperanza para el pueblo cristiano. La jornada continuó con la tradicional serenata a la Virgen a las 11 p.m., y a la medianoche los fieles entonaron las mañanitas en honor a la Madre de Dios, en un ambiente de profunda devoción y alegría.
El 1 de mayo se celebró la Misa a la 1 a.m., 5 a.m., 7 a.m. y 9 a.m. La Misa central, a las 11 a.m., fue presidida por Mons. Raúl Chau, Obispo Auxiliar, en representación de nuestro Arzobispo que se encontraba en Roma debido al fallecimiento del Papa Francisco. Concelebraron la Misa el P. Alberto Ríos, Vicario General, el P. Samuele Patat, Vicerrector del Santuario, y numerosos sacerdotes de la Arquidiócesis.

Durante su homilía, Mons. Chau invitó a los fieles a reflexionar sobre la mirada de María hacia su Hijo: «El verdadero hijo de la Virgen lleva su amor a los demás. Esa mirada de Jesús que se cruzó con la de su Madre en el camino hacia el Gólgota. Esa mirada profunda, que lo conoce todo, esa mirada de ternura y amor. Jesús mira también al discípulo a quien tanto amaba, y te mira a ti también, querido hermano, querida hermana, y te dice: “Mira lo que hago por ti, yo doy mi vida por ti”, ¿y tú qué haces por Jesús?», expresó el Obispo Auxiliar.
La Misa de despedida fue a las 3 p.m. y la emotiva procesión de retorno de la imagen al templo a las 4:30 p.m.
Paralelamente a las celebraciones eucarísticas y actos devocionales, durante los tres días varias decenas de sacerdotes procuraron a los fieles el sacramento de la Reconciliación, y se contó también con el apoyo del Comité Multisectorial Organizador de la fiesta y más de 150 voluntarios que contribuyeron al orden y atención de los más de 200 mil peregrinos que acudieron a la casa de la Virgen para expresarle su amor y gratitud.

Charcani
En la gruta de Chapi – Charcani también se desarrollaron diversas actividades desde el 24 de abril. El domingo 27, la imagen de la Virgen fue llevada a la parroquia “Santísima Cruz” en Acequia Alta, donde se celebró una Misa matutina, seguida de una peregrinación por el distrito.
La Misa de vísperas se realizó la noche del miércoles 30 en la misma gruta. El día central también se celebró la Misa en diversas horas de la mañana. La solemne Misa de fiesta fue al mediodía y la procesión por la tarde, con la participación de varios miles de devotos de la “Mamita”.

Chapi Chico
La parroquia “Nuestra Señora de Chapi” en Miraflores vivió con igual intensidad esta fiesta mariana a través de diversas actividades que iniciaron el 21 de abril. Durante toda esa semana se realizaron rezos del Santo Rosario y Misas vespertinas.
Las celebraciones continuaron la tarde del 30 de abril, con la procesión desde la capilla Señor de la Sentencia rumbo a la parroquia, seguida de la Misa de vísperas y una colorida verbena nocturna. La jornada concluyó con el retorno al altar cerca de la medianoche.
El día central, 1 de mayo, comenzó con el rezo del Santo Rosario al amanecer, seguido de Misas durante toda la mañana. Al mediodía se celebró la solemne Misa de fiesta. La procesión de la “Mamita de Chapi” recorrió las principales calles de Miraflores por la tarde, culminando con la Santa Misa de cierre al atardecer, en un ambiente de profunda devoción mariana.