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Jr. Estados Unidos 838. Jesús María.
Lima, Perú.

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En el contexto de la Jornada Mundial de la Caridad del Papa, que se celebra el 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, la Conferencia Episcopal Peruana invita a toda la comunidad católica y a las personas de buen corazón a participar de la tradicional colecta para el Óbolo de San Pedro, que se llevará a cabo en todas las parroquias e iglesias del país el próximo domingo 02 de julio, bajo el lema «No es solo un extraño necesitado de ayuda, sino antes que nada es un hermano que pide amor» (Papa Francisco).

Al igual que en años anteriores, los fondos recaudados este 2023 contribuirán a sostener los proyectos caritativos del Papa Francisco en favor de los más necesitados, en especial aquellos que sufren a causa de la guerra, la pobreza y los desastres naturales.

Si usted desea colaborar con esta obra de amor le agradeceré enviar su donación solo a estas cuentas bancarias del Banco de Crédito del Perú:

Nombre de la cuenta:
Conferencia Episcopal Peruana – Óbolo de San Pedro

Moneda Nacional (Soles): 193-1448637-0-95
CCI: 00219300144863709511
Moneda Extranjera (Dólares): 193-1448557-1-97
CCI: 00219300144855719711

Una vez realizado el depósito, puede enviar su voucher a los correos: ospedro@iglesiacatolica.org.pe y sec.ospedro@iglesiacatolica.org.pe.

Hemos publicado diversos materiales para la campaña como: afiches, spot radiales, videos, entre otros, que pueden ser compartidos. 

ÓBOLO DE SAN PEDRO

La Santa Sede señala que esta iniciativa solidaria nació en el siglo VII, con la conversión de los anglosajones. Como señal de adhesión a Roma empezaron a enviar una contribución anual al Papa. Así nació el “Denarius Sancti Petri”, la “Limosna a San Pedro”. Luego se añadieron otros países europeos. Oficialmente lo instituyó Pío IX en el año 1871. 

Esta colecta anual ha servido para poner en marcha diversas obras de caridad como la construcción del hospital pediátrico en Banguil, capital de la República Centroafricana (2019); la ayuda solicitada por el Santo Padre para asistir a miles de migrantes asentados en México, la mayoría procedentes de Honduras, El Salvador y Guatemala (2018; el donativo solicitado por el Papa para ayudar al pueblo ucraniano golpeado por la guerra civil (2016), entre otros gestos de solidaridad.

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