En la Solemnidad de Cristo Rey, fue presentada la Tercera Carta Pastoral a la Juventud de Lima, fruto de los diversos encuentros, el diálogo y la reflexión del acompañamiento de la Vicaría de la Juventud de Lima a los jóvenes de Lima a partir de sus diversas áreas y comisiones pastorales.
«Hace más de cinco años decidimos dar inicio a este “camino juntos”, “sinodal”, que todos ustedes, jóvenes, deseaban y han sabido recorrer, escuchando mutuamente sus inquietudes y propuestas, compartiendo sus experiencias, llenas de vida y esperanza, al servicio de todos los jóvenes de nuestra ciudad, de nuestro pueblo y de nuestra Iglesia», con estas palabras inicia la Tercera Carta Pastoral del Arzobispo a la Juventud de Lima, documento que ya se encuentra disponible en PDF para su libre difusión.
La Carta Pastoral reafirma el camino de renovación en la pastoral juvenil limeña que, desde el año pasado, concentró todos sus esfuerzos y áreas internas en la estructura de la Vicaría de la Juventud. Por eso, el documento escrito por Monseñor Carlos Castillo es, en realidad, una expresión de la voluntad de miles de jóvenes que se manifestaron en la JAJ 2024.
«¡Qué lindos momentos vividos este año y qué hermosos espacios de amistad, intercambio de ideas, risas, juegos, cantos y oración compartidos en unión! (…) Al verlos auto-organizarse con tanta responsabilidad para realizar cada Jornada, los admiro y felicito. Son ustedes, jóvenes, la generación de la “esperanza que no defrauda”, animados por su confianza en el Espíritu que siempre nos inspira», ha resaltado el cardenal electo.
Descarga aquí la «Tercera Carta Pastoral del Arzobispo a la Juventud de Lima»
La nueva Carta Pastoral es un eco de las inquietudes, aportes y reflexiones suscitadas en diálogo sinodal. Son tres las claves que marcan la ruta del documento dirigido a los jóvenes de Lima:
a) Miren las aves del Cielo y los lirios del Campo
b) Jesús, esperanza que no defrauda
c) 2025: Un año de esperanza en acción que no defrauda
En el primer punto, el arzobispo de Lima nos recuerda que Jesús recurre a la parábola de “las aves del cielo y los lirios del campo” (Mt 6, 25-34) para revelarnos que el Señor nos da ´»su compañía constante y su cobijo que da calma frente a las preocupaciones y tempestades». Por ello, la fuente que da sentido y horizonte a nuestra existencia es que “somos sus hijos”, “hijos amados de Dios Padre”, “somos uno con Él”.
Antes incluso de nacer, desde que éramos una pequeña semilla en el vientre de nuestra madre, hemos recibido del Padre la fuente inagotable de su amor.
En un segundo momento, Monseñor Castillo afirma que «Jesús es el verdadero amigo del alma, compañero de camino, Aquel que sabe de las experiencias juveniles que se viven diariamente». Esta es también una de las conclusiones expuestas en la gran asamblea juvenil de este año, cuando se afirmó que el Señor nos invita a “vivir con alegría, paciencia y esperanza confiada en el amor del Padre”.
Cuando sientan que no pueden más, no solo miren al cielo en señal de auxilio, sino miren a los lados, a los rostros de aquellos que junto contigo se ponen en camino hacia el Padre, para que la fe y confianza sea siempre contagiada, sea dada.
Finalmente, mirando hacia el futuro, la Tercera Carta Pastoral del Arzobispo a la Juventud de Lima plantea el «dinamismo de vivir hondamente la esperanza», dando inicio a una nueva etapa de fortalecimiento de trabajo pastoral juvenil, sobre todo, ahora que estamos próximos a la celebración del Año Santo por el Jubileo Ordinario del año 2025.
A partir de ello, se sugieren cinco aspectos a trabajar para articular nuestra labor pastoral en parroquias y comunidades:
1. Establecer un lema de trabajo transversal para iluminar todos los proyectos juveniles organizados por la Vicaría de la Juventud para el año 2025.
2. Disponer que las Jornadas de la Juventud se realicen en dos niveles: Arquidiocesano y por Áreas Pastorales (PJ Parroquial según vicarías territoriales y Pastoral Universitaria) y de manera intercalada. Teniéndose la Jornada Arquidiocesana de la Juventud en el 2025 y las Jornadas por Área Pastoral de la Juventud en el 2026.
Pastorales (PJ Parroquial según vicarías territoriales y Pastoral Universitaria) y de manera intercalada.
3. Establecer, temporalmente, dentro de la estructura de la Vicaría de la Juventud, la comisión de Pastoral Juvenil Educativa para articular el trabajo en colegios de AIEC y ODEC.
4. Fortalecer las estructuras internas de la PJ Parroquial de la Vicaría de la Juventud para reforzar el trabajo por Vicarías Territoriales, a partir de la conformación de los siguientes equipos: equipo promotor, comité vicarial y consejo vicarial.
5. Fortalecer el trabajo en el Área de PJ universitaria de la a través del equipo promotor, mesa de asesores y consejo juvenil universitario.
Necesitamos caminar juntos en unidad, que no consiste en que todos seamos idénticos como piezas fabricadas por montones. La unidad que el Señor quiere nos invita a valorar lo diferente, lo diverso y encontrar, incluso en ello, una riqueza que nos permita complementarnos y brindar respuestas apropiadas.
