Más de 30 animadores de comunidades ribereñas de Ucayali, en la Amazonía peruana, participaron de un encuentro que integró la espiritualidad con el compromiso por los derechos humanos y el cuidado de la Amazonía.
Créditos: Repam Perú
Del 18 al 21 de noviembre de 2024, más de 30 personas participaron del Encuentro de Animadores de las Comunidades del Campo en el Centro Juvenil Gustavo Prevost, en Ucayali. Este espacio de reflexión, aprendizaje y compartir, organizado por la Comisión de Pastoral Urbana y del Campo del Vicariato de Pucallpa, tuvo como objetivo fortalecer la formación espiritual y pastoral de los animadores, quienes son líderes fundamentales en las comunidades donde la presencia de sacerdotes es limitada.
A lo largo de la semana, los animadores, provenientes de caseríos mestizos ubicados en el río Ucayali, río Pachitea, Medio y Bajo Ucayali, Cocha de Yarina, entre otros lugares, participaron de actividades como un retiro espiritual donde se reflexionó sobre la encíclica Dilexit Nos del Papa Francisco y talleres de formación sobre el Jubileo. Además, analizaron colectivamente los desafíos que enfrentan en sus territorios, combinando la espiritualidad con la acción comunitaria para abordar problemáticas locales.
Acompañar la protección de derechos
El cuarto día de la jornada estuvo dedicado a los derechos humanos de los pueblos indígenas. Los participantes trabajaron en la elaboración de mapas comunitarios, donde identificaron recursos, actores clave, aliados estratégicos, oportunidades y amenazas que existen en la Amazonía, tales como la minería ilegal, el narcotráfico y la deforestación. Este ejercicio permitió a los animadores analizar las fortalezas y debilidades de sus territorios y trazar estrategias colectivas para enfrentar estos retos.
La Hermana Ana María Palomino, representante de la REPAM Perú, subrayó la importancia de sensibilizar a los animadores sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas ante las constantes vulneraciones que viven, así como el rol que tiene la Iglesia Católica en el acompañamiento para garantizar el ejercicio pleno de sus derechos individuales y colectivos en la Amazonía. Mencionó que, aunque todos somos diferentes, la colaboración y el apoyo mutuo son esenciales para fortalecer estos procesos.
En este espacio también se reflexionó entorno a las palabras del Papa Francisco en en la Exhortación Apostólica Postsinodal «Querida Amazonía», enfatizando la necesidad de trabajar unidos para proteger la casa común y acompañar a las comunidades indígenas que enfrentan vulneraciones constantes a sus derechos.
Amenazas a la Amazonía
Durante los talleres, se proporcionaron herramientas prácticas para actuar ante situaciones de atropello a sus derechos, con énfasis en identificar aliados estratégicos y utilizar mecanismos de denuncia ante el Estado. Además, se abordaron temas coyunturales como la «Ley antiforestal», iniciativa legislativa impulsada por el Congreso de la República que, de aprobarse, debilitaría la protección de los bosques y facilitaría actividades ilegales, perjudicando el medio ambiente y los derechos de las comunidades indígenas.
Por otro lado, también se abordó el Convenio 169 de la OIT , un tratado internacional que garantiza los derechos de los pueblos indígenas y tribales, reconociendo su autonomía, sus tierras y recursos, y su participación en decisiones que los afectan. Este tratado internacional es importante porque obliga a los Estados a consultarlos antes de implementar medidas que impacten sus territorios o cultura.
El último día concluyó con una Eucaristía de clausura y actividades dedicadas a la preparación de las celebraciones de Adviento y Navidad, lideradas por las Hermanas Carmelitas.