Con gran alegría y gratitud, se celebró en la Arquidiócesis de Arequipa el Encuentro Binacional por los 25 años del nacimiento de Familias Misioneras (FAMIS), una iniciativa evangelizadora que ha marcado profundamente la vida eclesial y familiar en el Perú y, más recientemente, en Colombia.
Para conmemorar este acontecimiento, se organizó un retiro espiritual y formativo en el que participaron representantes de distintas regiones del Perú y del país hermano de Colombia. Este evento fue presidido por el Excmo. Mons. Javier del Río Alba, arzobispo de Arequipa, quien acompañó este camino desde sus inicios, y contó con la presencia del P. José Hipólito Purizaca, director nacional de las Obras Misionales Pontificias del Perú, quien animó a los participantes a vivir con renovado ardor la vocación misionera de la familia cristiana.
Asimismo, se hicieron presentes la Hna. Marcela Morilla, directora de las OMP en Arequipa, y la Hna. Patricia Llanos, secretaria nacional de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe de Colombia, quienes ofrecieron una visión de la dimensión internacional de FAMIS y de su proyección dentro de la misión de la Iglesia.

Uno de los momentos más significativos fue el testimonio de los hermanos Jorge Pacheco y la Hna. Pierina, miembros fundadores del movimiento en Arequipa, quienes compartieron con emoción los orígenes humildes pero llenos de fe de esta obra que hoy se ha extendido más allá de fronteras.
Los esposos Mirko Francisco Huapaya Fiestas y Guadalupe Janett Castillo Sebastiani presentaron una panorámica de la experiencia misionera de FAMIS en el Perú, resaltando los frutos pastorales y los desafíos actuales. A su vez, la delegación colombiana por medio de los esposos Fernando Martínez y Alicia Acosta junto a la hna. Patricia compartieron con entusiasmo cómo ha florecido FAMIS en su país, adaptando su camino a las realidades locales pero manteniendo el mismo espíritu evangelizador.

Durante el encuentro se reflexionó profundamente sobre el origen, la identidad, los sueños y desafíos de Familias Misioneras. Inspirados en la imagen del «corazón nuevo» —símbolo de renovación espiritual y pastoral— se propuso iniciar un proceso de revitalización que anime a todas las familias misioneras a vivir con mayor compromiso su vocación evangelizadora. Todo esto a la luz del Proyecto Misionero de Perú.
Este aniversario no solo fue una celebración del pasado, sino también una mirada al futuro, marcada por la esperanza, el compromiso y la comunión fraterna entre las Iglesias del Perú y Colombia. Fue una verdadera fiesta de fe, unidad y misión.
¡Gracias, hermanos y hermanas, por seguir soñando la misión con un corazón nuevo!
