La comunidad de Chacas, perteneciente a la Diócesis de Huari, vivió una jornada de profunda fe y gratitud este 3 de diciembre al recordar los siete años de fallecimiento del Padre Ugo de Censi, fundador de la Operación Mato Grosso y figura esencial en la vida pastoral, social y espiritual del Callejón de Conchucos. Miembro devoto de la Congregación Salesiana, el sacerdote italiano revolucionó las zonas de Chacas y Conchucos mediante su trabajo para el desarrollo social y económico, fundando escuelas de artesanía.
La celebración estuvo presidida por Monseñor Giorgio Barbetta, Administrador Apostólico de la Diócesis de Huari, quien elevó la Santa Misa en el Santuario de Mama Ashu. Desde muy temprano, fieles provenientes de distintos barrios y comunidades llegaron para rendir homenaje a quien dedicó su existencia a acompañar, educar y servir a los más necesitados.
La jornada inició en la plaza principal, donde se realizaron los honores al Pabellón Nacional y a la bandera local, recordando el cariño profundo que el Padre Ugo tuvo por esta tierra que abrazó como misión definitiva.

En el Santuario, la celebración eucarística invitó a contemplar su legado desde la luz del Evangelio. Monseñor Barbetta reflexionó sobre la vida del Padre Ugo como ejemplo de servicio incansable y amor entregado, destacando que su obra no fue solo humanitaria, sino profundamente espiritual. En este momento de la homilía se escuchó un versículo que resonó en el templo y en la memoria de todos: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Una cita que sintetiza la entrega total con la que el Padre Ugo consagró cada día de su vida al servicio del prójimo.
La concelebración de numerosos sacerdotes y la presencia de misioneros evidenciaron la amplitud de la obra que dejó sembrada. La fe, la educación, el trabajo, la organización juvenil y la solidaridad siguen siendo frutos visibles de su presencia.
Al concluir la Eucaristía, los asistentes caminaron en oración hacia la tumba del Padre Ugo, ubicada dentro del Santuario. Ese espacio sencillo, pero profundamente simbólico, se ha convertido en un lugar de encuentro para quienes buscan renovar fuerzas, agradecer y encomendar sus proyectos, confiando en el testimonio del sacerdote que enseñó que el amor al prójimo se construye cada día.


Sobre el Padre Ugo
El Padre Ugo llegó a Chacas como un misionero y terminó siendo parte del corazón de su gente. Su paso dejó huellas materiales, pero sobre todo una herencia espiritual que continúa animando la vida de las comunidades. A siete años de su partida, la Diócesis de Huari reafirma su gratitud por su entrega incansable, que sigue inspirando caminos de fe, servicio y esperanza para las nuevas generaciones.