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Un espacio que nace a partir de una autocrítica de la propia Iglesia, que reconoce que existe violencia en su comunidad y que no solo se trata de un grave pecado, sino de un delito que puede derivar en una sanción penal por parte de las autoridades.

Con el objetivo de acompañar a las víctimas de violencia en la selva peruana, el Obispo del Vicariato Apostólico de Iquitos, Mons. Miguel Ángel Cadenas, inauguró un Centro de Escucha para prevenir estos casos de violencia dentro de las instancias de la Iglesia católica y otros rubros de la sociedad. «La Iglesia nos invita a escuchar a las víctimas de posibles abusos tanto de poder, de conciencia, física y sexual. Y, en segundo lugar, prevenir para que este tipo de situaciones no suceda. Ser una Iglesia más segura», expresó.

Este ambiente pretende ser un espacio para escuchar pero también prevenir, dado a que nace de una autocrítica de la Iglesia en reconocer que existe violencia en su comunidad y que no solo es un grave pecado, sino un delito que puede derivar en una sanción penal por parte de las autoridades. “Es conveniente, necesario e imprescindible escuchar a las víctimas. Hay abusos y es muy grave y lamentable. Lo que haya de pecado hay que corregir lo, y lo que haya de delito, pasarlo a las autoridades para que sean ellas quienes decidan la gravedad e impongan las penas oportunas”, declaró el obispo de Iquitos.

De acuerdo a Silvia Quispe, coordinadora de este centro, de encontrarse indicios de delito en la denuncia, inmediatamente se activará el protocolo respectivo para atender de manera adecuada a la víctima con lo que requiera, como puede ser terapia, patrocinio legal y atención médica. En paralelo, estos casos serán derivados a las instituciones correspondientes, señaló.

Monseñor Cadenas indicó que esta iniciativa responde a un planteamiento global de la Iglesia Católica, el mismo que ha tenido buenos resultados en países de Europa y en Estados Unidos. Asimismo, comentó una de las cartas del papa Francisco, donde menciona sobre la importancia de prevenir el abuso accionando desde los primeros indicios, es decir, trabajando desde la base para reestructurar aquello que está mal.

Por último, el obispo de Iquitos recordó que toda denuncia es de carácter privado y se debe accionar de forma rigurosa para no exponer a la víctima y proteger su integridad física y mental. En ese sentido, resaltó que el proyecto llegará a todas las parroquias y colegios parroquiales, desde donde se espera ejecutar talleres de concientización y prevención de la violencia.

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