Dirección

Jr. Estados Unidos 838. Jesús María.
Lima, Perú.

Contáctanos

Del 16 al 18 de septiembre, un grupo de veintiocho misioneros de Brasil, Perú y Colombia se reunió en la Reserva Ecológica Ágape en Leticia – Colombia, para reflexionar sobre los desafíos comunes que enfrentan en la llamada triple frontera. Durante tres días, compartieron espacios de formación, memoria histórica y construcción de redes de cuidado con la vida en la Amazonía, en un ambiente de fraternidad y compromiso.

El encuentro permitió revisar el camino recorrido en reuniones anteriores, intercambiar experiencias y fortalecer los vínculos entre las tres jurisdicciones eclesiásticas que acompañan pastoralmente esta región marcada por la diversidad cultural, los retos sociales y la urgencia de la defensa ambiental.

Uno de los momentos centrales fue el trabajo con el Cuaderno de Derechos Humanos de la Red Eclesial Panamazónica, una herramienta pedagógica que promueve la defensa de los derechos individuales, colectivos y ambientales en la Panamazonía. La futura secretaria de la Red Eclesial Panamazónica, Clara Gricel Ximena Lombana, acompañó a los participantes en el uso de este material y en la reflexión sobre la necesidad de impulsar procesos de formación que respondan a las realidades del territorio.

Diálogo y formación compartida

Entre las principales conclusiones, se resaltó la urgencia de consolidar el diálogo entre las tres Iglesias locales como camino para establecer acciones conjuntas y efectivas. Se propuso, además, la elaboración de un plan común de trabajo pastoral y la creación de programas de formación dirigidos a misioneros, sacerdotes y líderes locales, que partan de la realidad de la Amazonía.

Los misioneros reconocieron que la presencia en el territorio no es permanente, lo que exige apostar por procesos colectivos, superar la autorreferencialidad personal e institucional y favorecer la construcción de comunidades misioneras sostenidas también por vocaciones del propio lugar.

En un gesto simbólico, los participantes fueron invitados a quitarse las sandalias y sentir el suelo que pisan, como signo de apertura y respeto hacia los pueblos originarios, afrodescendientes y ribereños que habitan la región, reforzando la convicción de que la misión debe estar profundamente enraizada en la espiritualidad y la vida de las comunidades amazónicas.

Justicia social y cuidado de la Casa Común

El encuentro también fue ocasión para reafirmar el compromiso con la justicia social y la defensa de los derechos ambientales, destacando que el cuidado de la vida implica proteger la Casa Común y luchar contra todas las formas de exclusión y violencia.

La hermana Lizete Soares da Cunha, en representación del grupo, expresó gratitud hacia quienes a lo largo de los años han dejado huella en la misión amazónica con su testimonio, así como hacia los que hoy continúan construyendo relaciones de fraternidad y redes de cuidado, especialmente junto a los más necesitados.

La experiencia vivida en la Reserva Ecológica Ágape en Leticia – Colombia dejó claro que la misión en la triple frontera solo puede sostenerse desde la fe compartida, la escucha de los pueblos y la colaboración entre comunidades e Iglesias, con la mirada puesta en la esperanza y la justicia para toda la región.


Share: