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El Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana presidió la Misa por Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, rindiendo homenaje anticipado a los padres por su día

Este 12 de junio, la capilla de la Conferencia Episcopal Peruana fue escenario de una significativa celebración litúrgica con motivo de la Solemnidad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. La Eucaristía fue presidida por Monseñor Antonio Santarsiero Rosa, Obispo de Huacho y Secretario General del Episcopado peruano, quien dirigió un mensaje lleno de esperanza y gratitud a los padres de familia, previo al Día del Padre que se celebrará el domingo 15 de junio.

Durante su homilía, Monseñor Santarsiero recordó que en esta fiesta litúrgica contemplamos a Cristo como Sumo y Eterno Sacerdote, mediador perfecto entre Dios y la humanidad, aquel que con su sacrificio nos abre el camino a la vida eterna.

Haciendo eco del Evangelio de Juan 17, donde Jesús ora por sus discípulos, señaló que Cristo no solo cumple su misión con fidelidad, sino que envía a sus seguidores con el mismo amor con el que Él fue enviado, lo que implica una misión clara: ser signos de amor, verdad y esperanza en el mundo.

“Jesús, como sacerdote, no solamente intercede por nosotros, sino que nos ofrece la vida eterna, que es conocer al único Dios verdadero y a su enviado, Jesucristo”, afirmó el Secretario General.

Padres de familia, reflejo vivo de la paternidad de Dios

Monseñor Santarsiero subrayó que los padres de familia están llamados a vivir su paternidad como una verdadera vocación sacerdotal dentro del hogar. “Ustedes, con su amor y dedicación, son un reflejo vivo de la paternidad de Dios. No es fácil ser padre, pero Dios camina con ustedes, los fortalece y los consuela”, expresó con cercanía.

El Obispo de Huacho hizo un paralelo entre la figura del sacerdote y la del padre de familia, señalando que ambas reflejan el rostro del Padre Dios: “No es casualidad que llamemos ‘padres’ a los sacerdotes. Ellos, en su ministerio, reflejan una paternidad que no domina, sino que sirve; no que se impone, sino que ama. Así también están llamados los padres de familia a ser custodios del amor en sus hogares”.

Asimismo, hizo un llamado a orar por todos los sacerdotes, invitándolos a renovar el sentido profundo de su ministerio desde la fidelidad, la humildad y el servicio. “Ser sacerdote o ser padre significa ser custodio del amor, protector del otro, servidor de la vida”, dijo.

La homilía concluyó con una exhortación a confiar en la intercesión de la Virgen María, Madre de Cristo Sacerdote y de todos los bautizados, como modelo de fe, entrega y ternura. Monseñor Santarsiero pidió su protección para las familias, especialmente para los padres, recordando que “ella nos guía con su ejemplo y nos cubre con su manto protector”.

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