- Comentario de la Semana (22 de noviembre – 03 de diciembre)
«Voz del que grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos» (Is 40,3). Juan tiene una misión precisa: invitar al arrepentimiento y a la metanoia, es decir, a cambiar su manera de pensar. A los orgullosos les invita a la humildad; a los cobardes les invita a la valentía; a los débiles les invita a la fortaleza; a los inseguros le invita a la confianza.
El tiempo esperado ha llegado. Dios no escoge a los poderosos sino a los humildes de corazón; Dios no busca a los astutos sino a los de conciencia transparente; Dios no ama las manos manchadas de sangre, sino que se complace en los limpios de espíritu. Por eso, dice el Papa Francisco: “tenemos que ser valientes: bajar las montañas del orgullo y la rivalidad, llenar barrancos excavados por la indiferencia y la apatía, enderezar los caminos de nuestras perezas y de nuestros compromisos”.[1]
Estamos invitados a una conversión integral: personal y pastoral. Convertirse implica un compromiso con la fraternidad y la amistad social; con una ecología integral, al cuidado de la “Casa Común”; con el respeto a la dignidad de toda persona; y con la misión de acercarse y ser solidarios con todos los olvidades y excluidos, de nuestros pueblos.
P. Guillermo Inca Pereda
Secretario Adjunto de la Conferencia Episcopal Peruana
[1] Papa Francisco. Ángelus del domingo 6 de diciembre de 2015
