Por Aníbal Puerta Gonzales, Asesor y Vicecanciller del Obispado Castrense del Perú
Hoy, 24 de septiembre, la Iglesia en el Perú celebra con profunda devoción la solemnidad de Nuestra Señora de la Merced, también llamada “Virgen de las Mercedes”, Patrona de las Fuerzas Armadas y Gran Mariscala de la Nación, advocación mariana que acompaña nuestra historia desde los orígenes de Lima y que constituye un signo vivo de fe, esperanza y unidad para el país.
Presencia viva en la vida del país
La Virgen de la Merced es una presencia constante en la vida de la Patria. Desde el Obispado Castrense del Perú, los capellanes acompañan a soldados, marinos, aviadores y policías en sus cuarteles, bases y destacamentos de costa, sierra y selva. Bajo el amparo de la “Gran Mariscala”, cada servicio a la Nación se convierte también en un acto de fe y entrega.
Cada 24 de septiembre, las Fuerzas Armadas del Perú rinden honores a su Patrona con la solemne Misa presidida por el Obispo General Castrense, junto a ministros de Estado, altos mandos militares y policiales, y la familia castrense. Esta celebración recuerda que María, Madre de la Merced, sigue siendo fuente de unidad, esperanza y protección para el Perú entero.

La devoción a la Virgen de la Merced tiene sus raíces en el siglo XIII. La tradición relata que en 1218 la Madre de Dios se apareció a San Pedro Nolasco, pidiéndole fundar una comunidad dedicada a la redención de cautivos. Así nació la Orden de la Merced, con el apoyo de San Raimundo de Peñafort y del rey Jaime I de Aragón, y que en 1235 fue reconocida como orden militar por el Papa Gregorio IX.
Su espiritualidad se centra en Cristo, liberador de la humanidad, y en María, Madre liberadora, modelo de la verdadera libertad. El hábito mercedario refleja las vestiduras con las que la Virgen se apareció a su fundador: túnica blanca, escapulario con el escudo de la orden y manto blanco. En su iconografía, porta a veces al Niño Jesús y otras un cetro real y cadenas abiertas, signo de la liberación.
La Virgen de la Merced en el Perú
La devoción llegó con los frailes mercedarios en 1535, quienes edificaron en Lima su primera iglesia conventual, la cual funcionó como la primera parroquia de la ciudad antes de la construcción de la Iglesia Mayor en 1540. Además de evangelizar, contribuyeron al desarrollo urbano con templos y obras que hoy son parte del patrimonio histórico, cultural y religioso del país.
La imagen venerada en la Basílica de la Merced en Lima fue entronizada a comienzos del siglo XVII y está íntimamente vinculada con el proceso independentista y el nacimiento de la República.

Patrona y Mariscala del Perú
A lo largo de la historia, la Virgen de la Merced recibió importantes títulos y reconocimientos:
- 20 de septiembre de 1730: Proclamada “Patrona de los Campos del Perú”.
- 22 de septiembre de 1823: El primer Congreso Constituyente la declaró “Patrona de las Armas de la República”.
- 24 de septiembre de 1921: Fue solemnemente coronada y proclamada “Gran Mariscala del Perú”, al cumplirse el centenario de la independencia.
- 1923: Recibió el título de “Mariscala del Ejército del Perú”.
- 1954: Condecorada con la Gran Cruz de la Orden Militar de Ayacucho por el Presidente Manuel A. Odría.
- 1969: El Gobierno oficializó su título de Gran Mariscala del Perú.
- 1970: El Cabildo de Lima le entregó las “Llaves de la Ciudad”.
- 1971: Se le otorgó la Gran Cruz Peruana al Mérito Naval.
- 1977: El 24 de septiembre fue instituido como Día de las Fuerzas Armadas en su honor.
- 2022: El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas le otorgó la Medalla Mariscal Eloy Ureta Montehermoso en el grado de Gran Cruz.
- 2023: El Congreso de la República aprobó la Ley N.º 31846 que reconoce la festividad de la Virgen de las Mercedes como parte inherente de la religiosidad cultural de la nación.
Estos honores expresan el cariño y la devoción del pueblo peruano, que la considera también Patrona Nacional.

Una devoción universal
La Virgen de la Merced es venerada en todo el mundo. Es patrona de países como República Dominicana, de diócesis como la Arquidiócesis de Barcelona (España), y de las Fuerzas Armadas en Argentina y Ecuador, además de instituciones penitenciarias y policiales.
En el Perú, cada 24 de septiembre, miles de fieles se reúnen para honrarla con fe y gratitud, convencidos de que María, Madre de la Merced, sigue siendo madre, protectora y guía de nuestra historia.