Julio del Valle Ballón, Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), luego de su audiencia con el Papa León XIV conversó con los medios vaticanos sobre los desafíos actuales de la educación, y el llamado del Santo Padre a “Diseñar nuevos mapas de esperanza”
El Jubileo de la educación ha reunido una constelación de universidades e instituciones educativas católicas de todo el mundo en Roma, que como red del saber y la evangelización han reflexionado sobre la tarea de formar las futuras generaciones. El Papa León XIV con una Carta Apostólica en conmoración del 60 aniversario de la declaración conciliar Gravissimum educationis invitándolos a “Diseñar nuevos mapas de esperanza”.
En entrevista con los medios vaticanos el Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Julio del Valle Ballón, ha compartido sus impresiones sobre el documento papal, los desafíos actuales de la educación, la tarea del Pacto Educativo Global para lograr los nuevos mapas de esperanza, y su encuentro con el Santo Padre quien lo recibió este 30 de octubre junto a una delegación de la PUCP.

Escucha la entrevista al Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú
Estamos en el jubileo de la educación, ¿Cómo lo vive la delegación de la Pontificia Universidad Católica de Perú?
Muchísimas gracias en primer lugar por la entrevista y por la oportunidad de poder expresar esta impresión que tenemos desde el Perú aquí en el Vaticano. Tenemos como misión, en primer lugar, conocer y que nos conozca el Santo Padre. Afortunadamente, hoy día hemos tenido una audiencia privada con él, que agradecemos profundamente. Hemos tenido la oportunidad también de contarle en líneas generales cómo vemos el Perú, porque me parece que a él le importa bastante la situación que estamos viviendo en el Perú y qué cosa puede hacer la Universidad en relación con ello. Qué aporte podemos nosotros darle como Universidad y pensando en el jubileo de la educación en este momento, de qué manera una buena formación en una Universidad Católica puede contribuir con el desarrollo del país.
Como delegación también se reunieron con el Papa León XIV, ¿Cómo ha sido este encuentro? ¿Qué ha significado para ustedes? ¿Qué mensaje les ha dejado?
Ha sido un encuentro para nosotros con muchísima esperanza. Lo recibimos con mucha ilusión. Agradecemos de todo corazón, en primer lugar, por lo menos en lo que he podido vivirlo yo, la disposición de escucha. Yo creo que ese es un buen mensaje inicialmente, la capacidad de poder escucharnos. Para el Perú eso es muy importante. Estamos en un mundo donde la polarización marca la pauta política. Y en este mundo creo que el mejor mensaje que podemos dar es que la escucha es importante. Si no nos escuchamos, no vamos a poder entendernos. Y si no nos podemos entender, no podemos dar soluciones o respuestas o formas de conciliación entre estas formas tan polares de tomar la vida, la política. Y la educación debe contribuir justamente a ese tiempo de escucha para poder tener un tiempo de propuesta.
Hace unos días fue publicada la “Carta Apostólica: Diseñar nuevos mapas de esperanza”, ¿Cuáles son sus primeras impresiones sobre este documento del Santo Padre sobre la educación en el contexto actual?
Le dije al Santo Padre justamente en la mañana que agradecíamos la publicación de la carta apostólica porque es un mensaje que refuerza justamente lo que le acabo de mencionar, el tiempo de escucha y la atención que desde una universidad se tiene que brindar a la persona. Una universidad genera saber, genera conocimiento. Eso es absolutamente cierto. Pero una universidad católica tiene que dar más en educación. Y ese algo más de la educación para una universidad católica tiene que ver con la persona. Tiene que ver con la formación integral de esta persona y tiene que ver con su compromiso, con su sociedad, con su país, con su familia y también con el medio ambiente. En esa línea estamos.

El Papa León también ha tomado como una “herencia profética” el Pacto Educativo Global que planteó el Papa Francisco, ¿Cómo ha sido la experiencia de la Pontificia Universidad Católica del Perú?
Es una de nuestras líneas de trabajo. La asumimos con muchísima convicción. Es importante que la audiencia pueda saber que la Universidad Católica, la Pontificia Universidad Católica de Perú es una universidad de referencia para todo el país. Nos miran, nos escuchan, nos atienden. Y en relación con el Pacto Educativo Global hay dos líneas que nosotros desarrollamos con mucha convicción. La primera es el fortalecimiento de la democracia. Yo creo que en este mundo el respeto a la democracia en la institución es fundamental. La universidad tiene que contribuir con eso. Y el segundo aspecto tiene que ver con el medio ambiente. Si no cuidamos el medio ambiente, que es nuestra casa común, no tenemos futuro. Y para una universidad que está en el Perú y que tiene la Amazonía cerca, la casa común implica el cuidado, la protección y la convicción fundamental de que tenemos que poner todo nuestro esfuerzo en defender la Amazonía, en cuidarla.
En la realidad actual de su nación, ¿cuáles son los principales desafíos en el ámbito educativo de la Pontificia Universidad Católica del Perú?
El gran desafío en este momento me parece que es defender que la verdad importa. Vivimos una época de mucha desinformación. La desinformación lo que genera son estereotipos. Y en esos estereotipos se contribuye lamentablemente con la polarización que vivimos. La polarización significa que hay dos extremos con divididas muy reducidas. Y con una desinformación que alimenta esas ideas reducidas, que generan estereotipos que clasifican a las personas y las oponen. La tarea de la educación es justamente ir en contra de estereotipar a la gente y para eso la verdad importa. Tenemos que saber decir lo que es, no manipularla, sino mostrar con toda su luz la verdad. Y en ese sentido, justamente en este documento apostólico, ‘el desarmar la palabra’, es decir, abrirla, desplegarla con verdad.
El Dicasterio para la Educación nos presenta este Jubileo como una “Constelación de esperanza”, reuniendo esta gran red de instituciones educativas católicas de tantas naciones. ¿Cómo percibe a nivel global la educación en la formación de las futuras generaciones?
Esa es una linda pregunta porque me permite entrar en un aspecto del documento, que es la coreografía. Esta idea de los territorios, de los diferentes escenarios, es una coreografía donde todas las instancias tienen que colaborar. No solamente la universidad, también la escuela. No solamente la escuela y la universidad, sino también la familia. Todo eso tenemos que verlo de una manera agrupada, de una manera integrada, para poder tener un mensaje que permita tener un poco más de esperanza en un mundo que se ha vuelto un poco oscuro.
Retomando la carta apostólica del Papa, que invita a tener en el centro a la persona ¿cuál es la importancia del aporte de las escuelas y universidades católicas a la educación?
Es fundamental. Y justamente en este momento, nuestra universidad está abriendo las puertas de la academia para que la academia sea, en un momento de inestabilidad política, en un momento de polarización política y de cara a unas elecciones que van a venir el próximo año, la universidad sea el espacio donde se pueda dialogar con la escucha necesaria para ello y el diálogo que permita proponer. Estamos esperanzados de que desde la universidad, desde la academia, podamos proponer, en alianza con los otros sectores de la sociedad, algún consenso mínimo de gobernabilidad, no solamente para el país, cosa que es importante y ha salido en la conversación de hoy día con el Santo Padre, para la región. No es solamente el país, no es solamente el Perú, no es solamente la universidad, es la sociedad, no es solamente el Perú, es toda la región, en verdad, la que necesita esta voluntad de ir hacia afuera. Hay una Iglesia de salida con el Papa Francisco, que se mantiene con el Papa León. La universidad también tiene que ser una universidad de salida.

Otro tema recurrente es de la Inteligencia Artificial, el Papa nos ha dicho que “las tecnologías deben estar al servicio de las personas, no sustituirlas”. ¿Cómo debe afrontar la academia este recurso en la educación?
Es una pregunta muy retadora. Es retadora porque la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y la tecnología avanza muy rápido, avanza mucho más rápido que la reflexión. La universidad no puede quedarse tan atrás, de tal manera que se haga una brecha tan grande entre el avance significativo, trepidante de la tecnología y la reflexión sobre ella, que necesita ir también igualmente rápido para marcarle una pauta, lo que significa lo siguiente, que la inteligencia artificial no puede ser un fin en sí misma, tiene que ser un medio para generar nuevos conocimientos. Si eso pasa, si no se pierde la conciencia crítica y reflexiva, si el ser humano es capaz de mantener su criterio, entonces todo bien, pero si no pasa eso, ahí tenemos un problema.
El Santo Padre sigue insistiendo en seguir siendo constructores de la paz y el bien común, ¿De qué manera las universidades católicas deben educar para la paz?
Es que ese debe ser uno de los nortes fijos para una universidad católica. Eso presupone, otra vez, tener el tiempo de escucha. Si no escuchas, no entiendes. Si no escuchas, no reconoces al otro. Si no reconoces al otro, no puedes entrar en diálogo. Si no hay diálogo, no hay reconocimiento mutuo. Sin eso, es difícil la paz.
Gracias por la entrevista, finalmente, ¿qué le queda a modo personal de este peregrinar a la Puerta Santa en el marco del Jubileo de este Año Santo?
En primer lugar, mucha alegría. Es verdad, mucha alegría de haber estado acá, de tener la oportunidad de un encuentro con él, con Su Santidad, y un sentimiento de esperanza, de que vale la pena dar la batalla, dar la lucha por un mundo mejor.
 
  
                    
  
                                        
  
                                        
  
                                       