En la Fiesta del Bautismo de Jesús, celebrado el 9 de enero, el Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, hizo un llamado a vivir un cristianismo maduro, dejándonos inspirar por la oración y el encuentro íntimo con el Señor para tomar las mejores decisiones y no vivir con «cielos cerrados».
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El también Primado del Perú dijo que empecinarnos en nuestros intereses y egoísmos, nos encierra a una vida de privilegiados que deciden y actúan de espaldas al pueblo: «Jesús se pone en la fila de los pecadores, del pueblo sencillo, para no aparecer como un privilegiado, sino como un servidor; una cosa que todo creyente, y mucho más, todo dirigente creyente, sacerdote, debe hacer y corregir si es que está desviado de ese camino… ¡Nada privilegios! Los católicos somos servidores sin privilegios, no impositores, somos suscitadores del amor de Dios en la historia». (leer homilía completa).