Los delegados de las Conferencias Episcopales de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, que conforman la Región Bolivariana, realizaron una significativa peregrinación a los santuarios de Santa Rosa de Lima y del Señor de los Milagros en Perú, situados en el Centro Histórico de Lima, en el marco del Jubileo 2025 “Peregrinos de esperanza”.
Durante este recorrido jubilar, los más de 30 delegados, entre obispos, sacerdotes, religiosas y laicos, visitaron la Casa Museo de la “Patrona de América, Filipinas y las Indias” donde se exhibe las reliquias y pinturas que muestran la devoción popular que existe hasta nuestra santa peruana. También se visitó la Basílica y el Convento de Santo Domingo donde reposan las principales reliquias la recordada Isabel Flores de Oliva.


Posteriormente, la delegación latinoamericana arribó a la Iglesia de las Nazarenas, un complejo religioso dedicado al culto del Señor de los Milagros, conocido como Cristo Moreno o Cristo de Pachacamilla, una pintura de la crucifixión de Cristo.
Santa Misa
La peregrinación, organizada por el Consejo Episcopal Latinoamericano – CELAM, incluyó la celebración de una Eucaristía presidida por Mons. Germán Medina, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia, y concelebrada por Mons. Giovani Arana, Secretario General de la Conferencia Episcopal Boliviana, y Mons. Edinson Farfán, Obispo de Chiclayo-Perú.


En su homilía, Mons. Germán Medina expresó: «Es una alegría estar en el Santuario Señor de los Milagros, como peregrinos de toda la Región Bolivariana, estamos aquí para agradecer, contemplar la historia de la fe de este pueblo peruano, admirar, sorprendernos y agradecer la bondad de Dios».
Además, reflexionó sobre el significado profundo de un santuario: «Cuando entré al Santuario me pregunté ¿Qué es un Santuario? ¿Por qué es importante? Es un lugar que ha visto a Dios en acción, un espacio donde sobreabunda la gracia. Aquí, Dios ha actuado y sigue actuando».
El Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia también hizo hincapié en el llamado del Papa Francisco en este año jubilar, invitando a los fieles a reavivar la esperanza frente a la desesperanza, el miedo y la incertidumbre que atraviesa el mundo. «Hemos identificado como región los dolores de nuestro pueblo, pero también la esperanza que nos anima. Como peregrinos nos hemos puesto en el camino», concluyó Mons. Medina.
