“Escucha la voz de la creación”, ese es el tema y la invitación del Tiempo de la Creación de este 2022. Así comienza el mensaje del Papa Francisco, firmado el 16 de julio en San Juan de Letrán, para este período ecuménico que va del 1 de septiembre al 4 de octubre, culminando con la fiesta de San Francisco de Asís. La frase oficial fue anunciada este 21 de julio a los medios de comunicación por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Según el Santo Padre, “es un momento especial para que todos los cristianos recemos y cuidemos juntos nuestra casa común. Inspirado originalmente por el Patriarcado ecuménico de Constantinopla, este tiempo es una oportunidad para cultivar nuestra “conversión ecológica”, una conversión alentada por san Juan Pablo II como respuesta a la “catástrofe ecológica” anunciada por san Pablo VI ya en 1970”.
“Si aprendemos a escucharla, notamos una especie de disonancia en la voz de la creación. Por un lado, es un dulce canto que alaba a nuestro amado Creador; por otro, es un amargo grito que se queja de nuestro maltrato humano”, escribió el Pontífice.
Los clamores de la tierra, de los pobres y de los nativos
El Papa considera que el dulce canto de la creación va acompañado de un amargo grito, “o más bien, por un coro de clamores amargos”. En primer lugar, dice que es la “hermana madre tierra la que clama”, que “a merced de nuestros excesos consumistas, ella gime y nos suplica que detengamos nuestros abusos y su destrucción”. En segundo lugar, expresa que también “son los más pobres entre nosotros los que gritan”, quienes, “expuestos a la crisis climática, los pobres son los que más sufren el impacto de las sequías, las inundaciones, los huracanes y las olas de calor, que siguen siendo cada vez más intensos y frecuentes”.
También gritan, afirma Francisco, “nuestros hermanos y hermanas de los pueblos nativos” y explica, citando el punto 9 de su exhortación apostólica postsinodal “Querida Amazonía”, que, debido a los intereses económicos depredadores, los territorios ancestrales de los pueblos originarios están siendo invadidos y devastados por todas partes, lanzando –dice- “un clamor que grita al cielo”.
«Escuchemos el amargo grito de la creación»
Al escuchar estos gritos amargos, el Pontífice urge al arrepentimiento y al cambio de los estilos de vida y los sistemas perjudiciales. A su vez, observa el estado de degradación de nuestra casa común, que, considera, “merece la misma atención que otros retos globales como las graves crisis sanitarias y los conflictos bélicos”.
El Santo Padre repite su llamado, “en nombre de Dios a las grandes corporaciones extractivas —mineras, petroleras—, forestales, inmobiliarias, agro negocios, que dejen de destruir los bosques, humedales y montañas, dejen de contaminar los ríos y los mares, dejen de intoxicar los pueblos y los alimentos”, como manifestó en su videomensaje a los movimientos populares el 16 de octubre de 2021.
“En este Tiempo de la Creación, recemos para que las cumbres COP27 y COP15 puedan unir a la familia humana (cf. ibíd., 13) para abordar con decisión la doble crisis del clima y la reducción de la biodiversidad”, es el augurio del Santo Padre.
A continuación, el Mensaje del Papa para el Tiempo de la Creación:
20220716-messaggio-giornata-curacreato