La Iglesia de Chuquibambilla, una de las más pobres del Perú, se sumó a la cadena de solidaridad ante la crisis sanitaria que viene azotando a nuestro país en los últimos meses. Con el propósito de hacer frente a la actual escasez de mascarillas, las religiosas de la Congregación «Misioneras de Jesús Verbo y Víctima» confeccionaron cerca de 2400 mascarillas y las repartieron de manera gratuita a los pobladores en las zonas con mayor riesgo de contagio.
A esto se suma, los equipos de protección y el apoyo espiritual que brindaron los sacerdotes a las diversas comunidades campesinas en los caseríos y pueblos de las provincias de Antabamba, Cotabambas y Grau, en la región de Apurímac. Estas donaciones forman parte de las gestiones que viene realizando Monseñor Edison Farfán OSA, Obispo de Chuquibambilla, en coordinación con Cáritas Chuquibambilla y la Parroquia ‘San Salvador de Antabamba’.
Asimismo, se realizó la entrega de 1200 canastas de primera necesidad, de 15 kilos, a las familias más vulnerables de la Prelatura de Chuquibambilla, en particular la provincia de Antabamba. También se puso a disposición diferentes locales parroquiales para atender a las personas portadores del COVID-19.